Revista D

La mira Urrutia, un invento guatemalteco

Los manuscritos  del guatemalteco Claudio Urrutia Mendaza  recogen el interés por perfeccionar la  topografía a finales del siglo XIX.

Dibujo que Claudio Urrutia adjuntó al patentar su invento. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca).

Dibujo que Claudio Urrutia adjuntó al patentar su invento. (Foto Prensa Libre: Hemeroteca).

La patente US486202 que Claudio Urrutia Mendaza (1857–1934) inscribió en 1892, en la Oficina de Patentes de Estados Unidos, explica el funcionamiento de la Mira Urrutia,  el mejor documentado de los  inventos de este guatemalteco utilizado en la topografía.

Urrutia  fue ingeniero, cartógrafo y alcalde de Guatemala (1912). También fundador y decano de la facultad de Ingeniería de la Universidad de San Carlos y, junto con Francisco Vela, comparte créditos en la construcción del Mapa en Relieve. De todas, quizá su faceta de inventor es la menos explorada.

Un nuevo telémetro

En la Biblioteca Ludwig von Mises de la Universidad Francisco Marroquín se resguarda un importante legajo de documentos con la firma de Urrutia. La mayoría es correspondencia con dependencias y oficinas de Gobierno, donde se le contrata para levantar mediciones topográficas y hacer la cartografía de las fronteras del país.

También hay una serie de textos inéditos, uno de ellos es un ensayo con los detalles de “un nuevo método topográfico”. En varias páginas mecanografiadas y fechadas en 1923, ofrece lo que parece ser la actualización de manuscritos y notas  publicadas en revistas especializadas. Una de ellas fue The Compass (La Brújula), un diario mensual para ingenieros y topógrafos, que circuló a finales del siglo XIX, en Nueva York, Estados Unidos.

En la edición de marzo de 1894, The Compass se lee: “En el próximo número tendremos un interesante artículo relacionado a un nuevo telémetro. Claudio Urrutia, quien lo patentó,  nos envió algunas particularidades de su investigación, que será, estamos seguros, de interés para muchos de nuestros lectores”.

La nota de expectativa enfatizaba que “una de las características valiosas de este instrumento se encuentra en el hecho de que las distancias horizontales siempre se obtienen directamente, haciendo cualquier corrección cuando la distancia a la diana no es horizontal”.

Urrutia envío su aporte para dar otra visión de algunos artículos del diario donde se cuestionaban los métodos de medición horizontal. “Hemos recibido un buen número de cartas y expresiones de opinión sobre este punto”, escribió el diario que en su número de abril publicó el aporte de Urrutia  en seis páginas y media y lo intitulado Un nuevo telémetro

Patente

Urrutia registró su método el 15 de noviembre de 1892, en la Oficina de Patentes de Estados Unidos. Su expediente es el 486202. La solicitud fue presentada el 1 de marzo del mismo año. “Que sea conocido que yo, Claudio Urrutia, ciudadano de la República de Guatemala y residente en la Ciudad de Guatemala, he inventado ciertas mejoras nuevas y útiles en las miras topográficas”, consta en el documento, en el cual el inventor anotó las siguientes especificaciones:

Este telémetro mejorado permite la medición de distancias inaccesibles y con bases trigonométricas se pueden  determinar con toda la precisión deseable. La invención consiste en un telémetro que se forma de un marco horizontal provisto de objetivos o discos en sus extremos; la varilla se apoya sobre la cabeza de un trípode, de modo que se puede girar sobre el mismo, y que está provisto con tornillos graduables y niveles que permiten ajustar la horizontal. En el centro del marco horizontal está provisto de una alidada o mirilla, que está dispuesta en ángulo recto con el plano del marco, a fin de oscilar en un ángulo recto con el plano del marco y los discos de los extremos.

Urrutia también describió  a detalle el funcionamiento del aparato, así como la fórmula matemática para obtener las mediciones del terreno.

Vertical y horizontal

Era marzo de 1924 y en su Ensayo de un nuevo método topográfico, Claudio Urrutia escribió: “La creciente importancia que adquieren de día en día los trabajos topográficos y la convivencia de simplificarlos, han despertado el deseo de encontrar nuevos instrumentos que los facilitan y nuevos métodos que los abrevian”.

Mencionaba que “determinar las posiciones relativas de los puntos del terreno en el menor tiempo posible y con el mínimo de trabajo, es sin duda el problema que más interesa resolver”.

Urrutia consideraba que la taquimetría fue el paso más avanzado que se dio en la ciencia topográfica. Pero que, como método, requería del auxilio de otros, “especialmente cuando se trata de grandes extensiones”.

En ciertos trabajos, escribió, ese método no es el indicado. “La mira vertical no permite medir distancias mayores de unos 500 metros, pudiendo alcanzar a 800 en condiciones excepcionales, y a veces, especialmente en los reconocimientos se necesitan determinar de un solo tiro magnitudes de algunos miles de metros”.

Por ello, el guatemalteco, propuso una alternativa. “De las medidas con una mira horizontal, que llamé mira telemétrica, he encontrado un método topográfico que tiende a llenar el vacío apuntado, y al cual he llamado telegoniometría, derivándolo de las raíces griegas tele (distancia), gonio (ángulo) y metria (medición). Debido a que se llenan con él las condiciones de medir ángulos a distancia, esto es, sin hacer estación en sus vértices y, además, se miden a la vez las líneas del terreno de cualquier magnitud sin necesidad de recorrerlas”.

Más inventos

Además de la Mira Urrutia, el ingeniero “inventó su propio teodolito y otros instrumentos para facilitar el cálculo de alturas y distancias. Construyó su autómetro o calculadora en 1897, por la que recibió reconocimientos a nivel mundial”, como consta en el Libro de oro del Mapa en Relieve, publicado en el 2005, con ocasión del centenario de dicha obra.

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