Revista D

Manuel Galich

A 30 años de la muerte del padre del teatro guatemalteco, quien vivió su etapa cumbre en Cuba.

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Manuel Galich

El voto unánime del jurado de la Casa de las Américas de Cuba, en 1961, por la obra El pescado indigesto, cambió la vida del insigne dramaturgo guatemalteco Manuel Galich (1913-1984). Un año después fue invitado por Haydée Santamaría, presidenta de esa institución, para trabajar con ella y poco tiempo después fue nombrado subdirector.

El intelectual llegó a La Habana procedente de Argentina, donde se encontraba exiliado desde 1954, ya que el golpe de Estado contra el gobierno revolucionario de Jacobo Árbenz lo sorprendió en aquel país, donde ocupaba el cargo de embajador extraordinario y plenipotenciario de Guatemala.

Antes de establecerse en Cuba, Galich fue diputado y presidente de la Asamblea Legislativa, ministro de Educación Pública en el primer gabinete del presidente Juan José Arévalo, candidato a la Presidencia de la República por el Frente Popular Libertador y ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de Jacobo Árbenz.

Durante su etapa de formación en la Facultad de Derecho en la Universidad de San Carlos, fue dirigente estudiantil y luchó contra las tiranías de Jorge Ubico y Federico Ponce Vaides. Fue secretario y fundador del Partido Frente Popular Libertador e integrante del Partido Acción Revolucionaria.

En su gestión como ministro de Educación, la cual duró 17 meses, promovió la creación del departamento de Alfabetización, el departamento de Educación Estética, el de Educación Física Escolar. Impulsó la capacitación docente de los maestros empíricos en servicio y firmó un acuerdo por el cual fue creado el Instituto Indigenista Nacional y varias escuelas de primaria y secundaria, entre ellas el Instituto Normal Centro América (Inca).

Desde la niñez
Sus virtudes para el teatro las demostró a los 11 años, cuando participó en algunas obras escolares.

En 1928, gracias a una beca que le fue concedida en la Escuela Normal Central para Varones, comenzó sus estudios secundarios, pero debido a una huelga en la Escuela Normal fue trasladado al Instituto Nacional Central de Varones, establecimiento donde obtuvo en 1932 el título de Maestro de Educación Primaria y el grado de Bachiller en Ciencias y Letras. Sus dotes artísticos fueron confirmados en este año; escribió y dirigió su primera puesta en escena titulada Los conspiradores. Fue con esta que comenzó su desarrollo como dramaturgo. .

Un año más tarde impartió cátedras de Pedagogía, Literatura, Gramática e Historia en la Escuela Normal Central de Varones y en el Instituto de Señoritas Belén.

Simultáneamente a su actividad docente, escribió piezas teatrales que fueron montadas por sus estudiantes.

En Cuba
En la Casa de las Américas, Galich fundó el Departamento de Teatro Latinoamericano y la revista Conjunto, a los que consagró innumerables esfuerzos, junto a su trabajo de historiador, ensayista, profesor universitario —desde 1962 fue profesor de Historia de América, en la Universidad de La Habana, y en 1983 fue distinguido como Profesor de Mérito—, periodista y colaborador de importantes publicaciones.

Creó una sólida red entre los creadores y pensadores de la escena de América, que ha crecido a lo largo de los años, y entregó a las páginas de Conjunto valiosas reflexiones sobre el teatro de las culturas originarias americanas, de lo cual es fiel exponente su texto.

Su Obra
Entre sus obras políticas destacan Del Pánico al Ataque, Por qué lucha Guatemala: Arévalo y Árbenz, dos hombres contra un imperio; Mapa hablado de la América Latina en el año de la Moncada, Diez años de Primavera (1944-1955) en el país de la eterna tiranía; La Revolución de Octubre: Diez años de lucha por la democracia en Guatemala; Nuestros primeros padres, No es César quien manda en Roma y El último cargo.

Junto con Carlos Rodríguez Cerna y Miguel Marsicovétere y Durán integraron el Grupo Artístico Nacional, que abrió espacio al desarrollo del teatro moderno en Guatemala.

Sus principales obras de teatro son Los conspiradores, Los necios, El señor Gucub Caquix, El canciller cadejo, De lo vivo a lo pintado, La historia a escena, El tren amarillo El pescado indigesto, La mugre, La trata, Pascual Abaj y Mr. John Tenor y yo.

Murió en La Habana, Cuba, el 31 de agosto de 1984. En la isla aún reposan sus restos.

Fuentes: casa.cult.cu/publicaciones/
revistaconjunto/literaturaguatemalteca.
org/corporaciongalich.com.gt

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