Revista D

Trotamundos mayas

Una colección de piezas prehispánicas recorre Europa desde febrero del 2016 y continuará hasta enero del 2018.

Desde febrero del 2016 la exposición itinerante Mayas: ciudades en la selva, que consta de aproximadamente 300  piezas, recorre Europa con el objetivo de dar a conocer la cultura de esta civilización precolombina. El año pasado estuvo en el Museo Drents, en la ciudad de Assen, Holanda y luego fue trasladada al Museo Histórico del Palatinado en Speyer, Alemania, donde permanecerá abierta hasta el 23 de abril.

La galería continuará su recorrido en el Museo Arqueológico de Alicante, España, donde será presentada a partir del 25 de mayo y se mantendrá abierta hasta el 7 de enero del 2018. Se tiene previsto que el sitio sea visitado por al menos cien mil personas.

De las 300 piezas  —la cantidad varía en cada país—, 195 fueron enviadas desde Guatemala yel resto forman parte de colecciones que se encuentran en el Viejo Continente. De las nacionales,103 pertenecen al Museo Nacional de Arqueología y Etnología (Munae), tres al  sitio arqueológico Uaxactún, Petén, y 89 en posesión de la Fundación Ruta Maya.

La muestra fue producida con la asesoría del doctor Nikolai Grube, profesor e investigador de la Universidad de Bonn, Alemania.

A continuación, las 12 piezas que a criterio del director del Munae, Daniel Aquino Lara, son las más relevantes “porque se conoce sus contextos arqueológicos, lo que permite entender la cultura maya a través de las investigaciones científicas”.

PANEL 19
Período: Clásico Tardío (550–900 d.C.)
Procedencia: Dos Pilas, Sayaxché, Petén.
La escultura elaborada en piedra caliza estuvo en una de las paredes de un antiguo edificio de la ciudad de Dos Pilas.
La escena muestra un importante momento en la vida de un aspirante al trono, el primer sacrificio de sangre del príncipe. El joven K’awiil Chan K’inich, quien ocupa la tercera posición a la derecha, está en un doloroso rito de paso que incluye la perforación de su pene. Estas ceremonias se hacían empleando una espina de mantarraya. Las gotas de sangre que salen  caen dentro de un plato de cerámica. A la izquierda del aspirante se encuentra su padre, quien gobernó Dos Pilas de 727 a  741 d.C.
Por medio de la escena se muestra a un nuevo rey predestinado a suceder a su padre. Es claro para  los presentes que el príncipe cumple con su deber de comunicarse con los dioses a través del sacrificio desde una edad temprana.
 
DIOS A
Período: Clásico Tardío (550–900 d.C.)
Procedencia: Topoxte, Flores, Petén.
La antigua ciudad de Yaxhá formaba parte de la esfera política dominada por el poderoso Tikal. Los gobernantes locales gozaron de un gran auge económico gracias al control de la ruta de comunicación que ingresaba al centro de Petén desde el Mar Caribe, por medio de una cadena natural de 14 lagunas.
En la de Yaxhá se encuentra la isla de Topoxte, que durante la época clásica fue ocupada como un espacio ceremonial, tan importante que la familia real decidió sepultar al menos a tres de sus integrantes.
El día 13 Ahau 18 Uo  (21 de marzo del 726 d.C.), los restos del gobernante conocido como Bacab Balam fueron depositados en el interior de un chultún de la isla sagrada, acompañado de una soberbia ofrenda fúnebre que incluía vasos, platos,  instrumentos musicales de cerámica, huesos tallados, artefactos de pirita y pizarra, 190 moluscos y 260 objetos de jade.
Esta obra elaborada en concha nácar, obsidiana y jade, forma parte de un mosaico recuperado en las excavaciones arqueológicas.
El análisis iconográfico permite identificar la representación del dios de la muerte o Ah Puch, quien se encuentra de perfil y tiene un gran tocado sobre la cabeza.
 
INCENSARIO
Período: Clásico Temprano (250 – 550 d.C.)
Procedencia: Los Chatos,
Escuintla.
Incensario de estilo teotihuacano. La pieza permite identificar la estrecha relación que existió entre la prominente ciudad de Teotihuacán, en el altiplano central de México, y muchas ciudades del área maya como  Kaminaljuyú, en el Valle de Guatemala; Tikal, Uaxactún, Naachtún y Río Azul, en Petén.
Fue elaborada con las técnicas alfareras del centro de México, pero utilizando materiales de la costa sur de Guatemala. Los ojos del personaje son de obsidiana y viste un enorme tocado característico de la ciudad de Teotihuacán. La decoración adjunta el estilo de una fachada con águilas, semillas, flores y un medallón. En algunas partes aún se observan los colores rojo y amarillo originales.
El comercio mesoamericano incluía artículos muy importantes para la vida cotidiana y las prácticas ceremoniales, con materiales como cacao, jade, obsidiana, plumas y pieles. El intercambio comercial y político también incorporó  ideas, estilos y conocimiento.
 
VASO
Período: Clásico Tardío (550–900 d.C.)
Procedencia: San Agustín Acasaguastlán, El Progreso.
El vaso de cerámica es de color crema y muestra dos escenas idénticas en paneles opuestos que fueron elaborados mediante la técnica de tallado. Ambas representaciones incluyen al dios K’awiil, deidad protectora de los gobernantes, que está sentado con las piernas cruzadas y con el rostro de perfil viendo sobre su hombro derecho.
Con la mano derecha sujeta una barra ceremonial, emblema  de poder que suelen tener  los gobernantes en estelas y altares.
K’awiil se distingue por su rostro serpentino con larga nariz bifurcada. Porta un elaborado tocado de alta joyería, del cual se desprenden volutas de humo al frente y largas hojas de maíz hacia atrás. Tiene  collar, brazaletes y pectoral de jade, así como algunas marcas en el cuerpo que representan espejos.
El Vaso de Guastatoya fue utilizado como imagen principal de sellos postales de medio centavo de quetzal en la década de 1930.
 
FRAGMENTO DE ESTELA 7
Período: Clásico Tardío (550–900 d.C.)
Procedencia: Piedras Negras,
Las Cruces, Petén.
 
Los monumentos escultóricos durante el Periodo Clásico fueron utilizados como símbolos de poder político, donde por lo regular  se retrataba a los gobernantes como los personajes principales de la historia oficial. En el papel de líderes supremos, los señores sagrados estuvieron siempre vinculados con ropas ceremoniales de acuerdo con el evento histórico que representaba cada monumento.
La Estela 7 fue instalada al frente del palacio de la antigua ciudad de Piedras Negras en el  721 d.C. Retrata al joven mandatario Koj K’inich Yo’nal Ahk, quien aparece ataviado para la batalla, con un tocado que incluye trazos de una serpiente emplumada y atributos de jaguar. Este rey de la dinastía de los Señores Tortuga es el mejor conocido por su campaña bélica en contra de su principal enemigo, el rey de Yaxchilán (Chiapas, México).
El cuerpo, la lanza y el escudo se encuentran desaparecidos.
 
ESTELA 3
Período: Clásico Tardío (550–900 d.C.)
Procedencia: Machaquilá,
San Luis, Petén.
Las estelas son monumentos que fueron ordenados por los gobernantes para conmemorar momentos importantes de sus vidas. En esta, Siyaj K’in Chaak II, gobernante de la ciudad de Machaquilá, inmortalizó su ascenso al trono.
El rey está representado con los atributos y ornamentos para enfatizar su casta. Sostiene un cetro de mando con la mano y está vestido con prendas que demuestran su estatus real. La  decoración de la banda en su frente representa al dios Hu’un  elaborado posiblemente con jade. El tocado está adornado con flores acuáticas sobre las cuales se suspende un pequeño pez. El estilo de la realeza está reforzado con las valiosas plumas de quetzal, las grandes orejeras de jade y el faldellín elaborado con piel de jaguar.
La inscripción jeroglífica comienza con la fecha de ascenso al trono, el 4 de abril de 815 d.C. Continúa con la oración “él ató su diadema real alrededor de su cabeza” y con el nombre Siyaj K’in Chaak II. Luego el texto incluye varios títulos reales como Wite’na jugador de pelota, divino señor de Machaquilá y Kalo’mte, el más exclusivo de los títulos de la realeza maya.
 
OFRENDA DEL ENTIERRO 39
Período: Clásico Tardío (550–900 d.C.)
Procedencia: El Perú-Waka’, San Andrés, Petén.
El Entierro 39 de la antigua ciudad de Waka’ (Lugar acuoso del ciempiés) fue excavado en el 2006 en la Estructura O14-04, al norte del núcleo del sitio. Su personaje principal fue depositado en el período Clásico Tardío, era una persona de edad avanzada que se cree que formaba parte del más alto nivel de la escala social, considerando la suntuosidad de los materiales encontrados en su ajuar funerario.
Como parte de la ofrenda mortuoria se recuperaron 23 piezas de cerámica de gran calidad artística que permiten conocer la organización social, política y religiosa de la sociedad en aquella época.
La escena comprendía dos círculos concéntricos: el exterior parecía representar a la familia real y sus asistentes, incluyendo al rey, la reina, jugadores de pelota, escribas, músicos y bailarinas. El interior muestra enanos, una figurilla quemada de un sapo, una vasija miniatura y un individuo sentado con un agujero en su espalda donde se depositó cinabrio. La pareja real preside la ceremonia, destacando por su tamaño y elaborado atuendo.
El protagonista de la escena de resurrección se encuentra arrodillado ante un venado que simboliza su álter ego animal (nahual).
El personaje humano evidencia rasgos del joven dios del maíz, porta orejeras, collar y pulseras de jade, así como un maxtate textil.
El venado tiene un collar y pectoral de jade sobre el cual se aprecia el símbolo Ik, que representa el aliento de vida.
 
PANEL 1
Período: Clásico Tardío (550–900 d.C.)
Procedencia: La Corona (nombre antiguo Sak Nikte’), San Andrés, Petén.
Está formado por dos partes que fueron encontradas en la antigua ciudad de La Corona, en medio de la Reserva de la Biosfera Maya. El texto jeroglífico narra la historia sobre el matrimonio entre las hijas de la dinastía Kaan de Calakmul (Campeche, México) y los gobernantes de Sak Nikte’. Describe la visita, en noviembre del   673 d.C., del rey K’inich Yook de La Corona, al jefe Yukno’m Ch’een de Calakmul. El monarca de La Corona está representado en las esquinas de ambos bloques. En una de las esculturas efectúa una ofrenda y en la otra está ataviado como el dios del maíz.
Durante el período Clásico Tardío, La Corona fue un importante aliado del poderoso reino Kaan, que  creó alianzas políticas a nivel regional por medio del matrimonio de las princesas de Calakmul con los jefes locales de poblaciones pequeñas como La Corona. Las asociaciones se consideraban como una manera de ofrecer seguridad a las entidades políticas y evitar que fueran dominados por su principal enemigo, Tikal.
 
SILBATO ANTROPOMORFO
Período: Clásico Tardío (550–900 d.C.)
Procedencia: Nebaj, Quiché.
 En el área maya se ha recuperado una gran cantidad de instrumentos musicales de viento y percusión. El silbato es una   figurilla con maracas que representa un personaje destacado, posiblemente un sacerdote vestido con un gran tocado de la deidad conocida como  Ave Principal, decorado con largas plumas de quetzal. El sujeto porta orejeras, collar y pectoral de jade, así como un maxtate y corte, elaborados con textiles de algodón.
El objeto de cerámica aún conserva restos de los pigmentos rojos, crema y azul con los que fue pintado en la época prehispánica.
 
PLATO TETRÁPODE
Período: Clásico Tardío (550 – 900 d.C.)
Procedencia: Dos Pilas, Sayaxché, Petén.
La antigua ciudad de Dos Pilas, ubicada en el área de los ríos del Petexbatún, se desarrolló a partir de la llegada de una rama de la dinastía de Tikal, lo que se reconoce, entre otras cosas, por el uso del mismo glifo emblema. Las nuevas fuerzas desde el centro de Petén permitieron la transformación cultural de la ciudad y el desarrollo de un complejo sistema político regional.
El plato policromo fue encontrado en el Entierro 30, el cual fue depositado en el interior de la Estructura L5-1. Algunos investigadores lo consideran el objeto más extraordinario del ajuar funerario del Gobernante No. 2 de Dos Pilas. La decoración exterior tiene símbolos de Pohp e Ik en forma de T. La sección interior posee una banda de 17 glifos que representan la Secuencia Primaria Estándar, incluyendo la lectura de varios títulos y el nombre del gobernante.
El elemento principal de la decoración se ubica  en el interior del plato donde se observa la cabeza de una deidad conocida como el Monstruo de la Banda Tetrapartita, que se encuentra rodeada de elementos astronómicos que se reconocen como la banda celestial.
 
HUUNAL
Período: Clásico Tardío (550–900 d.C.)
Procedencia: Cancuén,
Sayaxché, Petén.
Los monarcas del período Clásico utilizaban una serie de símbolos para demostrar su posición y legitimar su derecho a dirigir los destinos de las entidades políticas.
Esta joya de jade se recuperó durante excavaciones arqueológicas en el palacio real de la ciudad. El escondite ceremonial se encontró bajo el trono del edificio, donde fue depositada junto a un bloque de piedra verde, piezas (cuentas) de jade y una orejera de dimensiones excepcionales.
La insignia representa al dios Kawiil, deidad protectora de los gobernantes y símbolo de la realeza. Iconográficamente el glifo de bandas cruzadas que lleva sobre la frente se asocia con insignias del poder divino. Por lo general, estos elementos eran portados en el tocado de los reyes durante las ceremonias públicas.
 
CUENCO POLICROMADO CON TAPADERA
Período: Clásico Temprano (250–550 d.C.)
Procedencia: Tikal, Flores, Petén (nombre antiguo
Mutul).
Este bien cultural es uno de los objetos más exquisitos recuperados por las investigaciones arqueológicas en el Complejo de Conmemoración Astronómica o Mundo Perdido de la antigua ciudad de Tikal.
La tapadera está decorada con una asa en forma de cabeza de jaguar que muestra sus fauces abiertas, mientras que el cuerpo está pintado sobre la superficie de la vasija. La cabeza de este felino, lograda con gran naturalidad, se complementa con el torso en posición de ataque. Está rodeado con elementos circulares que representan el inframundo acuático.
Las paredes del cuenco evidencian dos paneles policromos que encarnan la cabeza de una serpiente estilizada y en la pestaña basal tiene una decoración de rasgos geométricos.
Junto con otras piezas, esta vasija formó  parte de la ofrenda funeraria depositada en el Entierro 62 de Tikal, también conocida como la Tumba del Zoológico, debido a la gran variedad de animales silvestres pintados en la cerámica como  loros, guacamayas, venados, jaguares y monos.

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