Beteta le compró todo el equipo tipográfico y material de librería al español Antonio Sánchez Cubillas. Publicó obras como la Descripción de las reales exequias a la memoria del señor Carlos III, Rey de España, decorada con grabados en acero de Pedro de Garcia Aguirre, quien en 1808 sería catedrático de la primera escuela de dibujo que existió en el país. Beteta imprimió la Historia escrita por el dominico Domingo Juarros, en 1809, y las Instrucciones de la municipalidad de Guatemala a su diputado en las Cortes de Cádiz, don Antonio Larrazábal, en 1811.

Don Ignacio fue impulsor de la segunda época de la Gazeta de Goathemala, publicación mensual surgida en 1729 y extinguida en 1731. En Guatemala no hubo publicaciones periódicas por espacio de 62 años, hasta que Beteta consiguió permiso de las autoridades del Reino para relanzar la Gazeta en 1794.

Sin embargo, debido al encarecimiento del papel y a los pocos lectores, se vio obligado a suspender la publicación. En 1797 empezó la tercera época de la Gazeta de Guatemala, esta vez como órgano de la Sociedad Económica de Amigos del País. Para entonces ya tenía suscriptores y tiraba unos 500 ejemplares cada lunes.

“Artículos de diversos asuntos con atención para lo nuevo, lo inédito, lo que no contenga nada contra la religión o gobierno, ni personalidad o persona determinadas”, señalaba su plan de publicación. Sin embargo, al exponer las necesidades de mejor educación y otros problemas, generó molestia entre las autoridades, quienes la convirtieron en la Gaceta del Gobierno de Guatemala.

No obstante, Ignacio Beteta continuaría dando soporte a las crecientes ideas de libertad, pues fue en su imprenta donde se crearon periódicos independentistas como El Editor Constitucional y El Genio de la Libertad, además de otros medios posteriores a la Independencia.

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“Nardos en la montaña”, interpretada por la marimba Chapinlandia.