El jugo o su piel enrollada añaden un toque de sabor a las tartas; también se agregan a sopas, guisos, carnes, pescados asados, ensaladas de frutas, verduras o pudines. Para obtener el máximo zumo de un limón manténgalo en agua caliente y luego frótelo bien.
Si sólo necesita unas pocas gotas, puede rasgar el fruto con un cuchillo y exprimir; la piel se cerrará otra vez después de utilizarse. Y si empleara únicamente la mitad del limón, la otra puede conservarla en el refrigerador envuelta en papel adherente para usos futuros.
Frutas: Fresas curativas
Los herbolistas medievales recomendaban el consumo de fresas para tratar los cálculos en el riñón, las inflamaciones de hígado, erupciones en la cara, halitosis, fiebre y mareos. También han sido utilizadas para curar la gota y asegurar la longevidad.
En la actualidad la fruta se aconseja para combatir anemia, dolencias de hígado y riñón, reumatismo, gota y gastroenteritis. La decocción de hojas es beneficiosa para diarrea crónica y, en general, como tónico. Las hojas contienen hierro y con ellas puede preparar un té que reduce la fiebre.