Vida

Cinenfado: La habitación del pánico

La historia se hace predecible y absurda

Existen casos en los que una película está bien realizada, bien actuada y además resulta entretenida para el público.

Sin embargo, no puede ser calificada como excelente debido al odioso mensaje que transmite su guión. La habitación del pánico es una de estas cintas. Para comentar el nuevo filme de David Fincher, hay que hacerlo desde dos puntos de vista. Uno es el puramente técnico, es decir, fotografía, actuaciones, efectos especiales, entre otros. Vista de esta forma puede decirse que es una producción muy bien lograda en donde el movimiento de la cámara es lo más destacable. Desde las tomas que atraviesan paredes, las que atraviesan cerraduras, hasta las que siguen los pasos de los protagonistas.

De hecho, es la cámara la encargada de dictar el ritmo de las escenas y de crear la envolvente y claustrofóbica atmósfera del filme. Si a lo anterior se agrega el excelente trabajo realizado en los efectos de sonido y las buenas actuaciones, el resultado es una cinta de buen nivel de suspenso y de buenos momentos de acción. El papel protagónico está a cargo de Jodie Foster quien una vez más demuestra su capacidad interpretativa caracterizada por su excelente técnica de expresión facial. Conste que acá no logra el nivel que se le vio en “El silencio de los corderos”, pero su personaje está muy bien realizado.

Otro de los personajes que merece destacarse es el interpretado por Forest Whitaker pues sin mucho alarde crea un buen personaje. El otro punto de vista es el referente al mensaje que conlleva la historia contada. Este es el punto flaco de la cinta pues a pesar de las buenas actuaciones todos los personajes son estereotipados. A esto hay que agregar que al final cada uno recibe de acuerdo a su comportamiento. A los buenos, fuera del susto, no les pasa nada. Como contrapartida los malos van recibiendo de acuerdo al tamaño del mal que han hecho. Todo enmarcado dentro de una moral totalmente maniquea. La historia por lo tanto, se hace predecible y absurda. La habitación del pánico es la película más convencional y comercial que ha filmado David Fincher. Muy distinta a las perturbadoras “Seven” y “El club de la pelea”. Calificación 7.

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