Apoyó los codos en su escritorio, se los tapó con las palmas de las manos y permaneció así 10 minutos. Al retirarlas, comprobó que el dolor cedía.

Entonces, recorrió la habitación con la mirada y notó que los objetos le parecían más brillantes y nítidos.

Esa experiencia le indujo a desarrollar unos ejercicios de entrenamiento visual, conocidos como el método Bates.

¿En qué consiste?

Este procedimiento tiene un fundamento educativo, no clínico. No cura patologías que requieren tratamiento médico como glaucoma o las cataratas y debe ir acompañado de una dieta rica en vitaminas y minerales. Éstos son los siete ejercicio básicos:

Evocación. Con las palmas de las manos cubriendo los ojos, recuerde un objeto vistoso (una flor roja) o una vivencia muy colorida. Le ayudará a distinguir las cosas con mayor claridad.

Cambio de enfoque. No mire fijamente a una cosa. Cambie, a menudo, de objeto visual. Este paso relaja los ojos y permite ver con mayor nitidez.

Parpadeo. Para limpiar y lubricar sus pupilas, parpadee dos veces cada 10 segundos.

Descanso. Siéntese frente a una mesa con los codos apoyados en ella. Relaje los hombros y tape los ojos con las palmas de las manos mientras escucha música suave. Hágalo siempre durante 10 minutos, dos veces al día.

Balanceo. De pie, con los pies separados, balancee el cuerpo, pasando el peso de un pie al otro.

Deje que los ojos sigan el movimiento del vaivén. Así fortalecerá los músculos oculares.

Mirar de cerca y de lejos.

Sostenga dos lápices enfrente de usted, uno a unos 7.5 cm de la cara y el otro con el brazo bien estirado. Mire primero el lápiz más cercano, parpadee y observe luego el otro. Haga el ejercicio siempre que pueda.

Enjuague. Para estimular la circulación, enjuágese los párpados, todos los días al levantarse, 20 veces con agua tibia y otras 20 con agua fría.

Repita la operación anterior por la noche, empezando por el agua tibia.