Escenario

Así eran los primeros museos de Guatemala

Este miércoles, en el Día Internacional de los Museos, es oportuno recordar que fue hasta finales del siglo XVIII cuando surgió el primer museo en Guatemala, pero hace 150 años, en 1866, se formó el primer recinto nacional, gracias a la iniciativa de la Sociedad Económica de Amigos del País.

Foto de Eadward Muybridge, de 1875, de la fachada de la Sociedad Económica Amigos del País, donde se encontraba el Museo Nacional de Guatemala.

Foto de Eadward Muybridge, de 1875, de la fachada de la Sociedad Económica Amigos del País, donde se encontraba el Museo Nacional de Guatemala.

Las primeras colecciones nacionales en el mundo, que se convertirían después en museos y que se popularizaron a partir del siglo XVIII, se les conocía como gabinetes. En Guatemala, el primer museo se llamó Gabinete de Historia Natural, y se encontraba en el Palacio de Gobierno, donde ahora está el Parque Centenario, señala la obra Guía de los museos de Guatemala.

Fue fundado en 1796 por miembros de la Real Expedición Científica, organizada por Carlos IV. Sus principales protagonistas fueron José Longinos Martínez y José Mariano Mociño, que tuvieron la colaboración de jóvenes intelectuales. En este espacio se exhibían objetos de mineralogía, botánica, zoología y arqueología. Funcionó de manera oficial hasta 1801.

Curiosidades

El 24 de octubre de 1831 se promulgó un decreto para crear el primer museo nacional, el cual debería albergar “toda especie de curiosidades de las ciencias y de las artes”.  Se ordenó en 1851 a los jefes departamentales  que reunieran antigüedades, objetos curiosos, así como madera, piedras raras y minerales.

Pero fue hasta 1865 cuando se creó el  Museo de la Sociedad Económica de Amigos del País, que es el primero que se puede considerar nacional, refiere el libro El primer museo nacional de Guatemala.

Estaba ubicado en el lugar que ahora ocupa el Congreso de la República, 9a. avenida y 10a. calle, zona 1. Estaba integrado por secciones de arqueología y etnología, mineralogía, botánica y zoología. Se inauguró el 7 de enero de 1866, y funcionó hasta el 25 de abril 1881, cuando fue suprimida por decreto gubernativo la referida  sociedad, y la mayor parte de las piezas pasaron a formar parte del Museo de Historia Natural de la Facultad de Medicina de la Universidad de San Carlos de Guatemala en 1880.

En este recinto se encargaban de catalogar las piezas, tenía una biblioteca de obras de historia y de antropología y en sus instalaciones se celebraban actos académicos.

En enero de 1873 se creó la plaza de conservador —curador— de este museo, la cual constituye la primera de su tipo en el país de forma permanente. El primero en ocuparla fue Pedro Ibarra.

El frente del edificio estaba ocupado por el magnífico salón destinado a museo y exhibiciones, de los más extensos que existían en Guatemala, ya que tenía una superficie de 350 varias cuadradas, se  expone en la obra Historia de la Sociedad Económica de Amigos del País.


Otros intentos

En 1898 se intenta reorganizar este museo en el Palacio Reforma, al final del Bulevar 30 de junio —actual Avenida La Reforma—, que subsistió hasta después de los terremotos de 1917 y 1918.

Después de varias vicisitudes, que incluyen acuerdos de creación de 1922 y 1925, surgió en 1931 el Museo de Historia y Bellas Artes en el antiguo templo de El Calvario, 6a. avenida y 18 calle, zona 1,  inaugurado en 1934, donde se dictaban, además, conferencias a colegios, se organizaban exposiciones y se divulgaban estudios.

Su colección, conformada por dos mil 880 piezas, dio origen en 1975 a los Museos Nacionales de Arqueología y Etnología, de Historia y de Arte Moderno. El templo fue demolido en 1947, como parte del proyecto de urbanización de la ciudad.

En 1931 también se fundó la Sala de Arqueología del Museo Nacional de Guatemala, en el Salón de Té del Parque Zoológico La Aurora, zona 13.

En los antiguos salones de baile y recepciones del campo de la feria creado por Jorge Ubico (1931-1944), en  zona 13, se fundó el Museo Nacional de Arqueología y Etnología y el Museo de Arte  Moderno Carlos Mérida.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.