El show tenía una temática cómica e infantil y llevó un sinfín de sonrisas a muchos hogares en Latinoamérica y el mundo entero.
No obstante, algunas de las historias contadas en El Chavo del 8 ” también produjeron tristeza debido a la cruda realidad que relataban.
Una de las historias más tristes reflejadas en el show creado por “Chespirito” aborda el día en el que “El Chavo”, personaje protagonizado por Roberto Gómez Bolaños, llegó a la famosa vecindad.
Este momento quedó inmortalizado durante un episodio de la serie, en el que Don Ramón y la Chilindrina le enseñan al protagonista del programa un álbum con fotografías antiguas.
Tras unos segundos viendo las imágenes, los tres personajes se encontraron una foto de la Chilindrina y El Chavo de niños, situación que hizo que Don Ramón contara la historia detrás del curioso retrato.
Don Ramón comenzó a relatar que varios años atrás, se encontraba tomando fotos en el patio de la vecindad junto a su hija.
Posteriormente, con el fin de tomar una linda fotografía, le indicó a la Chilindrina que se ubicara en un lugar específico, cuando de repente apareció detrás de ella un niño cargando sus pertenencias con un palo con tela amarrada.
El pequeño, quien vestía con un sombrero a cuadros, pantalón roto, playera con rayas, zapatos desgastados y unos tirantes naranjas, de inmediato se colocó a la par de la Chilindrina.
Inmediatamente, Don Ramón comenzó a gritarle para quitarlo de la fotografía, situación que no hizo reaccionar a El Chavo, quien se quedó mirando fijamente al hombre detrás de la cámara.
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Tras algunos segundos, Don Ramón, enojado por la situación, le preguntó al niño “¿Qué tienes?”.
Para sorpresa de muchos, el pequeño contestó “hambre”, respuesta que causó millones de nudos en la garganta y alguna que otra lágrima.
Visiblemente triste por la respuesta del niño, Don Ramón inmediatamente le ofreció un pan con jamón. Al oír esto, el personaje interpretado por Roberto Gómez Bolaños comenzó a hacer su icónico salto de emoción.
En 1995, “Chespirito” profundizó en los orígenes de este personaje al escribir el libro “El diario de El Chavo del 8”, en el que relató las dificultades que atravesó a lo largo de su niñez hasta convertirse en el niño más querido de la televisión mexicana.
Según el libro, El Chavo jamás llegó a conocer a su padre y solamente tuvo algunos recuerdos de su mamá, ya que trabajaba mucho y debía llevarlo todos los días a una guardería para que cuidaran de él.
Tristemente, un día la madre de El Chavo no regresó a dicha guardería para recoger a su pequeño hijo, lo que hizo que parara viviendo en un orfanato.
Luego de escapar del orfanato por los constantes maltratos e injusticias que vivía, el pequeño caminó sin rumbo por mucho tiempo, hasta que un día lluvioso llegó a la conocida vecindad para evitar mojarse.
Desde aquel momento, El Chavo comenzó a vivir en la vecindad más reconocida de la televisión en el apartamento número 8, donde una señora mayor lo acogió como si fuera su hijo.
Tristemente, la mujer falleció y El Chavo tuvo que desalojar su vivienda cuando el nuevo inquilino del apartamento llegó.
