No se lo puede perder:
Tras siete votaciones y más de tres horas, el jurado concedió el premio a Ramírez “por aunar en su obra la narración y la poesía y el rigor del observador y el actor, así como por reflejar la viveza de la vida cotidiana convirtiendo la realidad en una obra de arte, todo ello con especial altura literaria y en pluralidad de géneros, como el cuento, la novela y el columnismo periodístico”.
El ministro español de Educación, Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo comunicó la concesión del galardón a Ramírez por teléfono quien, desde Nicaragua, le expresó su agradecimiento y orgullo: “una buena forma de comenzar el día”, dijo el flamante Premio Cervantes.
El presidente del jurado explicó lo difícil que ha sido la elección del premiado por la cantidad de candidatos y destacó la narrativa de Ramírez tanto en novela como en cuento, además de ser “maestro de narradores”.
Dario Villanueva, director de la Real Academia de la Lengua, destacó la coincidencia de este premio a un nicaragüense con el reciente centenario de la muerte de Rubén Darío (1867-1916).
Por su parte, el Premio Cervantes 2016 Eduardo Mendoza expresó su alegría porque el premio haya recaído en el nicaragüense, aunque se mostró disgustado porque hoy haya acabado su “reinado”
Creado en 1975 por el Ministerio de Cultura de España, el Cervantes reconoce la trayectoria de un autor que haya contribuido a enriquecer el legado literario hispánico.
Al término de la rueda de prensa el ministro se congratuló también de que en esta ocasión el nombre del galardonado no haya sido filtrado a algún medio de comunicación antes de ser anunciado, como ocurrió en los dos años anteriores.
Para evitar esas filtraciones, los miembros del jurado entraron a las deliberaciones sin teléfonos móviles.https://twitter.com/EFETV/status/931141525760700418
El jurado ha estado integrado por Darío Villanueva; Beatriz Vegh (Real Academia Nacional de Letras de Uruguay); Carmen Ruiz (Conferencia de Rectores de las Universidades Españolas); Diego Valadés (Unión de Universidades de América Latina) Esperanza López Parada (Instituto Cervantes) y Antonio Pau (Ministerio de Educación, Cultura y Deporte).
María del Carmen Pérez de Armiñán (FAPAE); Ileana Alamilla (FELAP); María Augusta da Costa (Asociación Internacional de Hispanistas) y Eduardo Mendoza, son el resto de los miembros que componen el jurado.
Además de Eduardo Mendoza, han sido galardonados en los años anteriores Fernando del Paso, Juan Goytisolo, Elena Poniatowska, José Manuel Caballero Bonald, Nicanor Parra o Ana María Matute.
Sobre su vida
Tras un largo exilio voluntario en Costa Rica y Alemania, entre 1964 y 1978, Sergio Ramírez, abandonó durante un tiempo la literatura para involucrarse en la revolución sandinista que derrocó, en 1979, a la dictadura somocista.
El premiado nació en Masatepe, en el Departamento de Msaya, el 5 de agosto de 1942. Se licenció en Leyes en la Universidad Nacional de León, en 1964, tras organizar el movimiento literario Ventana con la publicación de una revista del mismo nombre y, en 1968, fue secretario general del Consejo Superior Universitario Centroamericano (CSUA).
Paralelamente a su activismo social, inició su carrera como escritor junto con Fernando Gordillo para publicar, en 1963, “Cuentos”, al que siguió una docena de libros, entre ellos, “Tiempo de fulgor”, “El pensamiento vivo de Sandino” o “Estás en Nicaragua” (1985), sobre Julio Cortázar.
En 1975, se integró en el Frente Sandinista como miembro de la denominada Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional y, tras el derrocamiento de Anastasio Somoza Debayle fue nombrado presidente de la Junta de Gobierno del Frente de Reconstrucción Nacional.
Tras las elecciones nicaragüenses de 1984, en las que ganaron los sandinistas, fue nombrado vicepresidente del Gobierno.
Trabajó para el restablecimiento de la paz en el país mediante negociaciones entre diferentes grupos y a través del tratado de Esquipulas.
En febrero de 1990, se presentó como candidato a la vicepresidencia de la nación por el Frente Sandinista, elecciones que marcaron el fin de la década sandinista al ganar el partido Unión Nacional Opositora (UNO), de Violeta Chamorro.
En el primer congreso del FSLN de 1991, Ramírez entró en la dirección del partido, sin embargo, debido a sus continuos choques con la línea ortodoxa de Ortega, en mayo de 1994 quedó excluido de la dirección. Poco después perdió su escaño parlamentario.
En 1995, y tras 20 años en el Frente Sandinista, abandonó la formación para promover la constitución del Movimiento Renovador Sandinista” (MSR), que presidió.
Fue candidato a la presidencia por el MRS en las elecciones de octubre de 1996, fue derrotado por Arnoldo Alemán y su partido no consiguió escaño en la Asamblea.
Después compatibilizó la política con la dirección del “El Semanario” y la literatura, a la que poco a poco fue dedicando más tiempo.
A esta época pertenecen sus obras “Castigo Divino” (1988), “La marca del Zorro” (1989), “Oficios compartidos” (1994), “Charles Atlas también muere”(1994), “Un baile de máscaras” (1995), reconocida con el Premio Laure-Bataillon 1998 en Francia, “Adiós muchachos” (1999), “Mentiras verdaderas” (2000) y “Catalina, Catalina” (2001).