Escenario

La danza de las Guacamayas o Ma´Muun es declarada Patrimonio Cultural Intangible de la Nación (su historia, su vínculo con Alta Verapaz y otros detalles)

Esta danza es la historia de una doncella robada por un cazador y que cada mayo es representada por los pobladores.

Kiché Achí —derecha— dialoga con
la doncella Waxak para huir de los
guerreros guacamaya.  (Foto Prensa Libre: Edwin Castro)

Kiché Achí —derecha— dialoga con la doncella Waxak para huir de los guerreros guacamaya. (Foto Prensa Libre: Edwin Castro)

Este viernes 12 de mayo, el acuerdo ministerial número 442-2023 publicado en el Diario Oficial informa que la Danza de las Guacamayas,  Ma’muun, del municipio de Santa Cruz Verapaz, del departamento de Alta Verapaz sea considera un Patrimonio Cultural Intangible de la Nación.

Esta decisión es considerado un símbolo de valor cultural, artístico e histórico que contribuye al fortalecimiento de la identidad, la valorización cultural y el sentido de pertenencia de este municipio.

Esta danza representa elementos propios y tradicionales de los pueblos originarios y se considera parte de la cultura viva, dice el acuerdo del Ministerio de Cultura y Deportes.

Esta representación es parte de la feria patronal de Santa Cruz Verapaz, cuyo día principal es el 3 de mayo, fecha en que la Iglesia Católica celebra el hallazgo de la Santa Cruz de Jesús por santa Elena, madre del emperador romano Constantino.

Los rituales empiezan el último día de abril con ceremonias mayas y en la noche tiene lugar la velación de las máscaras. En la madrugada del 1 de mayo el grupo baila en el templo El Calvario, después en el Chinam de Santa Elena, y luego frente al templo colonial construido a finales del siglo XVI por los frailes dominicos. El día patronal acompaña la procesión parroquial para terminar en el Chinam de la Santa Cruz, dirigido ahora por los esposos Carlos Quej y María Elena Rax.

“Esta es muy parecida a la danza del Rabinal Achí o Baile del Tun, que se representa en Rabinal, Baja Verapaz, desde hace siglos”, explicó en su obra Atlas Danzario de Guatemala, el antropólogo Carlos René García Escobar.

Una historia de amor

Una investigación publicada por  el periodista Edwin Castro, en Revista D, de Prensa Libre explica que la danza de Ma´Muun o de las Guacamayas relata el robo de una princesa por un cazador llamado Kiché Winak. En las Verapaces existen variantes de esta historia.

Una de ellas dice que Waxaq, la hija de Ma’ Muun, estaba enamorada de Kiché Winak, hijo de Rabinal Achí , por lo que huyó con él por propia voluntad. Otra indica que el principe kiche’ se llevó por la fuerza a la princesa.

Otra versión de origen q’ekchi’ de esta danza relata la huida de una doncella de su seno familiar para unirse a un joven cazador, quien, para acercarse a ella, se transformó en colibrí. El padre de la joven, anciano de mucho poder, se opuso al amor de la pareja, quienes, al final de la historia, se convierten en el Sol y la Luna.

Ma’ Muun —al centro — pelea con Kiché Winak. Las guacamayas sostienen una banda roja que significa el límite territorial entre Rabinal y Tinamit Ma’ Munchuc, actual Santa Cruz Verapaz. (Foto Prensa Libre: Edwin Castro)

En Santa Cruz Verapaz, Ma’Muun, que significa “gran cacique”, era un gobernante anciano padre de una joven de 15 años llamada Waxaq. Este salió a cazar en compañía de su esposa Ate’t Muun. “Tendremos nuestro alimento para que nos sustente, pero primero haremos nuestro ritual para pedir permiso a los dueños de los cerros”, dijo el cacique a su mujer, según la tradición oral.

Al regresar a casa, los esposos advierten la ausencia de la hija. Asustados y encolerizados se dan a la tarea de buscarla. Mientras tanto, Kiché Winak dice a la doncella: “Te presentaré ante mis padres para que seas mi esposa, pero antes que todo hablaremos con tus padres”.

Ma’Muun invoca al Ajaw para que le ayude a encontrar a su hija. Los nahuales o espíritus protectores de los cerros le conceden dos guerreros que se transforman en guacamayas para que localicen a la doncella desde el aire. Las aves ubican a la pareja de fugitivos en Rabinal.

El gran cacique reta a pelear a Kiché Winak. En la danza, las guacamayas sostienen por los extremos una faja roja que simboliza el límite de los territorios entre Tinamit Ma´Munchuc y Rabinal, el campo de batalla. La lucha es intensa y ambos guerreros se defienden hasta debilitarse. Ma’ Muun, con astucia y valentía, da un golpe mortal al príncipe raptor, quien se desploma no levantarse. Los guerreros guacamayas vuelan alrededor de la escena.

Ma’ Muun es el vencedor. En señal de triunfo, sacrifica a Kiché Winak y ofrece su cuerpo y su sangre a los nahuales de los cerros que propiciaron el encuentro. Los guerreros guacamayas también beben de la ofrenda agradeciendo a los cuatro puntos cardinales y celebrando el triunfo. Los esposos ancianos, la doncella y las dos aves danzan y festejan con gozo y emprenden el retorno a su casa gritando ¡Ju… ju… ju…!

 

Detalles

  • Un elemento común en el grupo es que en todos los trajes predomina el color rojo. Seis son los bailadores de la danza de Ma’Muun o de las Guacamayas. En la actualidad la música está a cargo de tres ejecutantes: dos tocan trompetas y otro el tun. En tiempos recientes se agregó un instrumento que contiene 24 sonajas o chinchines que hace sonar un joven.
  • La danza se desarrolla en nueve movimientos circulares en el sentido contrario a las manecillas del reloj. A estos desplazamientos se les llaman saludos. Mientras los guerreros guacamaya caminan en sentido paralelo a cada lado del grupo, y van y vienen en línea recta. La representación del drama se prolonga por más de una hora. Los pasos danzarios son muy parecidos a los del drama Rabinal Achí.