Escenario

La Tatuana: la bruja de magia roja que escapó en un barco dibujado con carbón

En Guatemala se cuenta la historia de una mujer acusada de practicar hechicería y hacer conjuros de amor, quien logró escapar de prisión al dibujar un pequeño barco con un trozo de carbón.

La leyenda de la Tatuana aún resuena en algunos rincones de Guatemala, donde se dice que todavía practica magia roja. (Ilustración Prensa Libre: Marvin Olivares / Hemeroteca PL)

Cuentan los abuelos que, aun en los poblados y ciudades, aparece de repente una mujer de gran belleza, con grandes ojos zarcos y un manto de manila, que va de pueblo en pueblo haciendo favores de amor, mientras que en las bartolinas donde fue encerrada aún huele al azufre que dejó al fugarse.

De voz en voz, se dice que la Tatuana fue una hechicera de magia roja que, con conjuros y artimañas, ayudaba a las personas en el amor, lo que la llevó en varias ocasiones a prisión, hasta que en tiempos del presidente Rafael Carrera decidieron quemarla viva en la Plaza Mayor de Santiago de Guatemala, donde la conocían como Manualita.

Entre mitos y verdades, se cuenta que, en tiempos del presidente Rafael Carrera, vivía en la ciudad de Guatemala una mujer en extrema pobreza. Su esposo había muerto, y ella residía en las cercanías de La Barranca. Casi nadie le hablaba, pues le temían: decían que era una bruja.

Tan precaria era su situación que ni para comer tenía. La dueña de una tienda en la calle de Mercaderes incluso se negó a fiarle un pedazo de pan. Una mañana, volvió a la misma tienda y, al recibir otra negativa, la misteriosa mujer le dijo: "Yo sé que su marido la ha abandonado, pero puedo hacer que regrese. Tome este cuerito: a las ocho de la noche, llámelo por su nombre, golpee la almohada tres veces con el cuerito y guárdelo debajo".

Agradecida, la tendera le entregó un canasto lleno de verduras. Aquella noche, siguió las instrucciones al pie de la letra y, al instante, su esposo apareció. Mientras tuvo el cuerito, el hombre permaneció fiel. Pero, al cuarto día, la extraña volvió y pidió que se lo devolviera.

—¡Si se lo doy, mi marido se irá otra vez! —protestó la mujer.

—Lo necesito para otro trabajito —respondió ella.

Y así fue. Al devolverle el cuerito, su esposo volvió a marcharse. Pronto, los rumores sobre brujerías y hechos extraños relacionados con esta mujer se extendieron por toda la ciudad. Finalmente, el general Carrera ordenó su captura. Fue acusada de brujería y condenada a muerte.

Ya presa en su bartolina, pidió una última gracia: un pedazo de carbón. Los soldados accedieron. Con el trozo en la mano, dibujó un pequeño barco en la pared, se subió a él y escapó volando entre los barrotes. Cuando los guardias entraron a llevarla al cadalso, solo encontraron un hedor insoportable a azufre. La leyenda dice que se la llevó el diablo.

Este personaje de la tradición guatemalteca ha cruzado el tiempo, pues se cree que fue durante el período colonial, como en el siglo XIX, cuando comenzaron a surgir las historias de la Tatuana, un ente que ha tenido una versión diferente según el pueblo que visitaba.

La imagen ilustrativa de la obra La Tatuana, del elenco de Teatralidad, evoca la leyenda de una mujer acusada de hechicería que escapó de prisión en un barco dibujado con carbón. (Imagen: cortesía Emerson Leiva)

La llegada de la Tatuana

Según la tradición oral, se cuenta que la Tatuana llegó a la ciudad de Santiago de los Caballeros de Guatemala alrededor del 1600 o 1700.

Óscar Cano, director de Duende del Ático, explica que se cree que esta figura legendaria tiene un origen mulato y que su historia podría remontarse a un relato más antiguo, posiblemente vinculado al Virreinato de la Nueva España. Se dice que, en un barco de mulatos que atracó en lo que hoy es Veracruz, México, viajaba una mujer considerada bruja, experta en la llamada magia roja; es decir, hechizos de amor, amarres y endulzamientos.

Esta mujer empezó a ejercer como “bruja del amor”, especialmente entre mujeres de la alta sociedad veracruzana. Tiempo después fue denunciada ante la Inquisición y encarcelada en el castillo de San Juan de Ulúa. La leyenda cuenta que, una noche, pidió un trozo de carbón, dibujó un galeón en la pared y, por arte de hechicería, lo abordó y huyó entre las nubes, escapando así del destino que le esperaba: la hoguera.

A partir de esta historia —fechada por algunos antes de la aparición de la Tatuana en Guatemala—, surge la figura de Manuelita la Tatuana, una mujer mulata, sabia en hechicería amorosa y con tatuajes en el cuerpo, un rasgo que en esa época representaba un fuerte choque cultural.

Durante su transmisión oral —como recuerda Miguel Ángel Asturias en Leyendas de Guatemala—, la Tatuana se diferencia de otras figuras: no es un espectro, sino una mujer real que, según el imaginario popular, aún aparece en los barrios antiguos de la capital o de la Antigua Guatemala. Su nombre podría derivar de sus tatuajes o del dibujo de un barco que, según la leyenda, usó para escapar de prisión.

Óscar Cano afirma que la leyenda de la Tatuana permite comprender más que un relato de hechicería: revela la historia de una mujer acusada de saber más de lo permitido, perseguida por un sistema patriarcal, clasista y racial, que aún resuena en la tradición oral guatemalteca.

Perseguida por acceder al conocimiento prohibido

La leyenda de la Tatuana está vinculada, en el contexto guatemalteco, a una mujer que supuestamente practicaba lo que en tiempos coloniales —bajo dominación hispánica y eclesiástica— se denominaba brujería y hechicería, explica el historiador Mauricio Chaulón Vélez, investigador del Instituto de Investigaciones Históricas de la USAC.

Durante la Edad Media y el periodo colonial hispanoamericano —época de transición hacia la modernidad— muchas mujeres fueron perseguidas por acceder a conocimientos que la Iglesia no aprobaba. Chaulón sostiene que esta persecución respondía a un sistema patriarcal que reprimía el saber y el poder, especialmente si eran ejercidos por mujeres, aunque también hubo hombres acusados.

La leyenda refiere a una mujer acusada de hechicería por ser curandera. Según el historiador, su origen podría estar ligado a una mujer indígena, mestiza o afrodescendiente. En versiones similares en Centroamérica, la Tatuana aparece como una mujer negra con atributos semejantes a los de la figura guatemalteca.

Chaulón explica que, entre los siglos XVI y XIX, en el contexto de la colonia y la esclavitud africana en América, una mujer indígena, mestiza o afrodescendiente que practicara medicina natural podía ser fácilmente señalada como bruja. Ese contexto se refleja en la leyenda, que narra cómo la Tatuana fue encarcelada por la Inquisición del Santo Oficio, torturada y condenada a la hoguera.

Estas leyendas —reflexiona Chaulón— resignifican a la mujer curandera como una figura prohibida, marginada por un sistema que solo validaba los saberes reconocidos por la Iglesia. Desde esta perspectiva, la historia pretendía enseñar que no debía buscarse conocimiento fuera del dogma religioso. Además, tenía una intención moralizante: normalizar la represión del conocimiento femenino, en especial el de mujeres pobres, indígenas o afrodescendientes.

Se dice que la Tatuana viaja de pueblo en pueblo ayudando a las personas con sus penas de amor. (Imagen: cortesía Emerson Leiva)

Una de las leyendas menos recordadas

El historiador Walter Gutiérrez, catedrático de la Escuela de Historia de la Universidad de San Carlos, señala que la leyenda de la Tatuana tiene un origen conservador y surge como crítica al papel de la mujer en la ciencia y la medicina. En ella, tener conocimiento conduce a la muerte.

Se dice que esta historia tuvo mayor fuerza durante los siglos XVI y XVII, cuando a través de su difusión se relegaba a la mujer de cualquier rol relevante en la sociedad colonial o hispánica. Según Gutiérrez, la leyenda funcionaba como una forma de censura, lo que podría explicar por qué hoy es una de las menos recordadas: porque, paradójicamente, narra cómo ella triunfa al escapar en su barco.

*La historia está basada en los relatos de Celso Lara en su libro Leyendas y casos de la tradición oral de la Ciudad de Guatemala.

@recorridodeleyendasgto ahora la leyenda de la Tatuana (Guatemala) y la Mulata de córdoba (veracruz mexico) tiene mas sentido. desde el castillo de San Cristobal, en el viejo San Juan Puerto Rico siguiendo los pasos de las leyendas coloniales. #historiadeguatemala #historia #historiademexico #latatuana #lamulatadecordoba #leyendas #historiadepuertorico #fyp #castillodesancristobal #castillodesanfelipe #leyendasdeterror #paranormal ♬ Dos motetes en náhuatl - Capilla Virreinal de la Nueva España

ESCRITO POR:

Esdras Laz

Periodista de Prensa Libre para el área de bienestar, cultura y tendencias con varios años de experiencia en medios escritos y televisivos.