Escenario

Robert Redford es el último galán clásico de la gran pantalla

El actor y director de cine Robert Redford cumple este jueves 80 años y aún conserva el aura de las grandes estrellas de la Meca del Cine. 

Robert Redford es el gran impulsor del cine independiente. (Foto Prensa Libre: EFE)

Robert Redford es el gran impulsor del cine independiente. (Foto Prensa Libre: EFE)

Pudo ser un rostro más de Hollywood, pero su pasión por el séptimo arte le llevó a todos los frentes posibles. Actor, realizador  e impulsor del cine independiente, Robert Redford cumple este jueves 80 años enfrascado en nuevos proyectos delante y detrás de las cámaras.

“Durante la mayor parte de mi vida he intentado no encasillarme”, dijo recientemente  en una entrevista en Los Ángeles, EE. UU.

“Hubo un tiempo en el que realmente tuve una época dura cuando empecé a actuar en películas y todo giraba en torno a mi apariencia. Me convertí en actor porque me sentí atraído por el oficio en el teatro de Nueva York, así que no estaba preparado para entrar en el cine y, de repente, ser juzgado por mi físico. Eso se convirtió en un problema”, agregó.

Hacer películas de naturaleza diversa y trabajar detrás de las cámaras lo llevó a superar esa situación, que más tarde contribuyó a que se convirtiera  en abanderado del cine independiente con su Festival de Sundance.

Hacia la gloria

Charles Robert Redford nació en la ciudad californiana de Santa Mónica el 18 de agosto de 1936. 

En su juventud ingresó  en la Universidad de Colorado con una beca por su habilidad en el béisbol,  pero fue expulsado. Así  que probó suerte con la pintura en París, lo que le llevó a  Europa, hasta su regreso a EE. UU. en 1958.

Después de su aventura europea, se inscribió en la American Academy of Dramatic Art y consiguió sus primeros papeles teatrales, que lo impulsarían  al éxito cinematográfico.

Redford sobresalió en el primer tramo de su carrera por papeles de galán  que le ubicaron  en el escaparate de los sexsymbol del siglo XX.

Butch Cassidy and the Sundance Kid (1969), The Sting   (1973) o The Way We Were   (1973), entre otros títulos emblemáticos, le lanzaron a la gloria, pero Redford no quería ser solo una cara bonita para los grandes estudios, por lo que  saltó a la dirección en 1980 con Ordinary People, que le daría el único Óscar, por el momento, de su carrera.


Como realizador  ha recibido aplausos por Quiz Show   (1994), The Horse Whisperer   (1998) o Lions for Lambs   (2007), mientras que como actor amplió su paleta de tonalidades gracias a  All the Presidents Men   (1976) o Out of Africa   (1985).

Redford no quiere abandonar el cine, así que volverá a trabajar a las órdenes de David Lowery en la película The Old Man and The Gun. También actuará  en The Discovery, un filme de ciencia-ficción que llegará en 2017 a Netflix.

Respetado por la industria del cine

Su trayectoria profesional ha hecho que Redford sea respetado por el mundo del séptimo arte, que no escatima en elogios, como los de la actriz Helen Mirren, que dijo de él: “Si Robert Redford fuera británico sería Lord”.

Su  carrera  como actor y director fueron reconocidas con el Óscar honorífico que le entregó la Academia de Hollywood en 2002.

Ese premio  representó para él,  “el principal momento en la vida de un artista”, y supuso su segunda estatuilla dorada, tras el galardón logrado  en 1980 como mejor director por Ordinary People.

Obtuvo una postulación al Óscar a mejor actor  por The Sting (1973), pero no ganó la estatuilla dorada.

Abanderado del cine independiente

“Cuando Hollywood empezó a estar más enfocado en donde estaba el dinero, como los éxitos de taquilla, las cintas infantiles y demás, dejó de hacer aquellas películas humanas que se hicieron en los años 1960 y 1970” , dijo Redford en una ocasión.

Esto  lo  impulso a pensar qué podía hacer él para “mantener vivo”  el espíritu de ese cine y eso le llevó, a la creación en 1981 del Instituto Sundance, meca del cine independiente. El Festival Sundance se creó en 1983 y   ha sido la catapulta de directores como Quentin Tarantino, y ha pasado, de ser un certamen para cineastas noveles, a la pasarela para llevar producciones independientes al gran público y a los Óscar.

Defensor de la naturaleza

Redford, “actor de profesión, pero activista por naturaleza” —según reconoce—, ha expresado  que sus mayores intereses son el arte y la naturaleza, presente de forma constante en su filmografía, y ha destacado por su compromiso con el medio ambiente y la lucha contra el cambio climático, tanto que ha tenido intervenciones en la ONU.

“Este es nuestro único planeta y nuestra única fuente de vida”, ha manifestado Redford, que se ha pronunciado en contra de proyectos que afectan al medio ambiente, como la construcción de una mina en  Alaska, en el 2011. Al año siguiente creó una asociación ambientalista en Los Ángeles, Estados Unidos, que lleva su nombre.

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