Quizás sea coincidencia, o es que de verdad Seth Rogen y James Franco, amigos y colegas, se sintieron cercanos a The Room, la célebre cinta de Tommy Wiseau, y se animaron a trabajar una película sobre una película.
Así, con redundancia.
Porque desde Freaks and Geeks, la serie de inicios del 2000 que solo duró una temporada (pero dejó buena base de seguidores), Rogen y Franco han coincidido en una variedad de proyectos marcados, principalmente, por el humor.
Y qué humor… Pineapple Express (2008) y This Is The End (2013) son la prueba más contundente de lo que a ambos les gusta y hacen. Bromas que no colarán dentro del imaginario de muchos, pero que sentó bien en el de otros.
En The Interview, además, llevaron las risas más allá de los chistes de habitación, de amigos fumando mariguana, a un panorama político. “¿Se recuerdan cuando Rogen era quien nos daba problemas con Corea del Norte?”, bromeó Seth Meyers en los Globos de Oro.
Rogen y Franco, siempre en constante movimiento, tienen una habilidad para montar proyectos que pareciera no tienen sentido, pero son capaces de encontrarle uno. Y luego, contarlo.
Una celebración del cine
The Disaster Artist es un largometraje sobre Tommy Wisaeu y Greg Sestero, amigos y aspirantes de actor, que deciden hacer su propio filme, cansados del rechazo en Hollywood.
El resultado de ello fue The Room, considerada la mejor película mala. ¿Se entiende? Es una hora y 39 minutos sobre la historia de Johnny y la traición de Mark, su mejor amigo, que tiene una relación íntima con Lisa, novia de Johnny.
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Lo más destacado de The Room es, sin embargo, un repertorio de escenas en las que se ve malas actuaciones, diálogos sin sentido, la música y una historia con agujeros; todo, al final, para hacer de una de las películas más malas y trágicas, de las más entretenidos y cómicas.
The Disaster Artist ve a James Franco como Tommy Wisaeu y Dave Franco (hermano de James) como Greg Sestero, protagonistas junto a Alison Brie, Seth Rogen y hasta Zac Efron, entre otros, como parte del elenco.
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Pero la cinta no es una burla como tal. Sí quiere que nos riamos, mas quiere también que conozcamos el esfuerzo de algunos por triunfar en el cine, aunque no sea la forma de la que se espera.
No es necesario haber visto The Room para disfrutar The Disaster Artist (y, para darse una idea, puede ver escenas en YouTube); sí estaría bien, sin embargo, ver una historia cómica pero inspiradora, prescindible pero gozadora, bien contada, bien actuada.
The Disaster Artist es una mensaje de aprecio al cine, al esfuerzo de sus productores, y a los actores diferentes, como Rogen y Franco, que se atreven a tomar un proyecto entre sus brazos, y esperar con una sonrisa los resultados.
