Contrariamente a lo que sucede con las pinturas y grabados de época, la fotografía ha podido extender su existencia hasta la fecha por muchos motivos. Una de ellas es el de haber permanecido oculta, protegida, entre las tapas de los álbumes, cajones y lujosos sobres que usualmente las acompañaban. Son colecciones complejas que hoy adquieren otros valores artísticos más allá del instante documental que motivó la toma.
Luis Luján Muñoz, quien se ha dedicado sistemáticamente a estudiar diferentes tópicos relativos a las artes e historia de Guatemala, lista como fotógrafos activos antes de 1785 a Herbruger, Buchanan, Fitz-Gibbon, Doroteo González, José Lara Corzo, Viviano Salvatierra (más conocido como pintor) y Mariano González. Aunque al momento no hay mayores referencias de cuándo ingresa la fotografía en Guatemala, los estudios han identificado en la figura del alemán Emilio Herbruger una de las fuentes de las cuales partió la popularización de la disciplina.
Este, según los documentos publicados por CIRMA, se desarrolló dentro del género de las tarjetas de visita.
Otro fotógrafo fundamental, cuyo paso por Guatemala fue rescatado por el ya mencionado historiador Luis Luján Muñoz, es “Eduardo Santiago Muybridge”. Sus panorámicas del 1875 han servido para esbozar la ciudad y otras realidades que dejaron de existir hace ya muchos años.
Publicada por Luján aparece una carta firmada por Muybridge en la que resaltan varios puntos sobre los que hay que llamar la atención. El primero es el de la permanencia del fotógrafo en este país ocupándose, por más de 7 meses, en “tomar vistas fotográficas”.
El segundo es la clara intención de comercializarlas. Si a esto se suma que el artista es considerado a escala mundial como una de las principales figuras en el desarrollo temprano de la disciplina y del propio cine, sería más que interesante evaluar la influencia que tuvo en la comunidad fotográfica de la época.
Continuando la lista es importante señalar también la presencia del japonés, nacionalizado, Juan José de Jesús Yas cuyo nombre original era Yasu Kohei. Luego de entablar contacto educativo con Emilio Herbruger instala en 1880 su propio estudio, la “Fotografía Japonesa”.
Después de algunos viajes retorna a Guatemala definitivamente en 1890 y en 1895 se traslada a la Antigua Guatemala en donde muere en 1917. Relacionado a Yas, por parentesco político, se nombra también a José Domingo Noriega quien, ya hacia 1900, colaboraba en el estudio fotográfico del japonés.
Ambos fotógrafos han sido objeto de sendos estudios y su labor aparece reseñada en publicaciones patrocinadas por CIRMA. También es indispensable mencionar a Alberto Valdeavellano. Discípulo de Herbruger y uno de los fotógrafos oficiales del gobierno de José María Reyna Barrios junto a otro artista de apellidos Kildare. Valdeavellano, por la profusión de imágenes, representa el enlace documental entre los siglos XIX y XX.