En esta muestra podremos valorar la obra de una artista, en donde el valor plástico y el trasfondo humano son la fuerza, germen y motor de su creación.

Su obra es orgullosamente personal e intimista. En su pintura bien se podría decir que la luz es la psicología, y hacia la poesía va orientado el color y la línea. No gusta de colores absolutamente definidos; es así como deja en el misterio múltiples tonalidades, por lo general derivadas del ocre, blanco y negro. Abundancia de veladuras sobre el negro, para no levantar nunca la voz.

Toda su obra define su personalidad. Con la sinuosidad de la ?línea? y lo complejo de su composición adquiere su pintura una dicción ?surreal?. En toda su obra sentimos esa lucha interior, esa pasión, en donde se trasluce lo congénito del arte en la artista. Encrespa líneas y planos bajo la batuta del color negro, logrando una absoluta unidad plástica en su obra.

La pintura de Magda Eunice posee, de entrada, el atractivo de poder romper los moldes del convencionalismo, lo que la sitúa en la primera fila de los artistas guatemaltecos. Su obra va acompañada de los valores positivos de la creación, que se inscriben en el orden y en el alto descoyuntamiento que la artista impone.

En la obra de Magda Eunice no existen referencias objetivas, pero sí multitud de interpretaciones posibles.

Lo primero que percibimos en su pintura es la tremenda fuerza expresiva lograda con un lenguaje plástico de apariencia insólita. Esta muestra constituye un importante documento para el estudio de la pintura contemporánea y, naturalmente, para un mejor conocimiento de la obra de Magda Eunice Sánchez.