Así lo quieren demostrar los hombres surcoreanos quienes se coordinan con sus parejas, ya sean del mismo o distinto sexo, para vestir similares.
El matchy-matchy, un estilo descrito por el Diccionario Inglés de Oxford como un “look demasiado coordinado”, se ha impuesto en Corea del Sur para que los novios demuestren al mundo su amor y compromiso.
La combinación entre ambos puede ser en la similitud de las telas, colores, estampados o accesorios y dejarlo registrado subiendo una fotografía a las redes sociales. Por ejemplo, usan el mismo bolso pero de distinto color o el mismo estampado en prendas diferentes para verse casi idénticos.
Lo que comenzó como una tendencia en los programas de televisión coreana en la década de 1990, se ha vuelto a tomar las calles donde las parejas le demuestran al mundo su amor, sin necesariamente estar tomados de la mano o abrazados.
Esta tendencia ha llegado a ser tan famosa, que existen varios sitios web especializados en fotografiar parejas en la calle y dar consejos para conseguir un buen look.
Esta moda también ha traspasado fronteras debido a que Kim Kardashian junto a su esposo, Kanye West, y su hija, North, llevaron el estilo a Estados Unidos, y después de su aparición en la Semana de la Moda de París, Francia, muchos se han dejado seducir por esta nueva forma de demostrar amor.
Los jóvenes coreanos, según registran algunos medios, se llaman o se envían mensajes por la mañana para acordar cómo se vestirán y así componer un perfecto “Keo-peul-look”, como lo llaman en su idioma.
Una de las parejas más conocidas y con más influencias para este estilo es “Coutotheple”, dos diseñadores que a través de su página web entregan ideas de vestuario y venden sus prendas, todas adecuadas para que la mujer y el hombre se vistan igual.
También grandes marcas internacionales como Stella McCartney, Hermés, Dolce & Gabbana o Carven ya están informados de esta nueva moda para parejas y se enfocan en diseños “matchy-matchy” para ellas y para ellos con el mismo patrón de estilo para que puedan combinar.
Con información de El Nacional.
