Frida Giannini, directora creativa de la firma Gucci se imaginó para crear su colección en una mujer que quiere un verano libre, en el que pueda expresar sin complejos sus deseos y su personalidad. Su aspecto recuerda a la despreocupación de los años 1970 con pantalones acampanados, camisas de seda y chalecos de pelo largo de cabra.
Un armario inspirado en la década de 1970, con piezas de gamuza, botines, faldas, abrigos sin mangas y tops, al igual que la tela vaquera de un color azul descolorido de la época.
La combinación de géneros está presente con vestidos sutiles con un toque de excentricidad. Los pantalones largos y cortos de cintura baja con solapas, rematadas con grandes botones dorados, otorgan a las modelos un aire de pirata, acentuado por el juego de lazos en el cierre de los cuellos y por prendas inspiradas en la marina.
Los botones dorados decoran también las hombreras de los sudaderos, mientras que los típicos bordados de las chaquetas de húsar (soldado húngaro de caballería), engalanan la parte superior de un vestido. En otro registro diferente, los vestidos de cuero calados y bordados al estilo del macramé se alternan con conjuntos en seda suave con impresiones exóticas y brillantes de pedrería. El estilo Gucci está en todo, desde el pequeño pañuelo alrededor del cuello hasta los bolsos en bandolera.
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La colección de la diseñadora Stella Jean juega con mezclas de vivas tonalidades y brillos con pedrería, lentejuelas y bordados tridimensionales basados, por ejemplo, en hojas de palmera. La diseñadora, de padre turinés y madre de Haití, presenta una despampanante colección enraizada en los orígenes maternos.
Sus vestidos irradian una poderosa energía con colores naranja y turquesa, arreglos africanos tejidos a mano por mujeres de Burkina Faso y de Malí, imágenes de un estilo un poco naif basadas en las costumbres. Stella Jean evoca Haití y El Caribe, como un relato a cielo abierto, en largas faldas con grandes pañuelos, voluminosos vestidos y abrigos cortos en satén bordado.
Los diseños de Angelos Bratis, destacaron por los exóticos accesorios, vuelos y holgadas formas.
Angelos Bratis, diseñador de origen griego residente en Milán, confeccionó también una colección muy veraniega compuesta únicamente de vestidos de seda en una delicada paleta de grises y beige animada por toques de rosa y amarillo. De apariencia simple, los vestidos de este diseñador treintañero ocultan en realidad sabias construcciones, que juegan especialmente con cortes oblicuos y con asimetrías. El resultado: una colección falsamente sobria de un gusto muy refinado.
En sus diseños Byblos Milano conjugó colores con el blanco y negro.
El próximo verano será cálido también para la firma Byblos Milano, que propone una colección a la vez muy femenina y deportiva. Faldas y vestidos de tirantes con vuelos, en un juego de aberturas. La casa juega con los contrastes en blanco y negro, y diseños geométricos de tela de araña. Los típicos motivos étnicos dominan también la colección, que se completa con conjuntos más deportivos de chalecos en cuero y pantalones amplios, al estilo de los conjuntos deportivos llamados jogging.
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En otras jornadas de la Semana de la Moda de Milán, que comenzó el 17 de septiembre y se extiende hasta el 22, se han presentado diseñadores como: Gucci, Angelos Brattis, Dean y Dan Caten, Costume National y Antonio Amarras. Con información de agencia AFP.
