Escenario

Un pez fósil en Guatemala

El pejelagarto es un organismo acuático que ha sobrevivido sin haber evolucionado desde su aparición — hace 165 millones de años—, y que habita en aguas dulces de algunas regiones del país, aunque está en vías de extinción.

El Atractosteus tropicus —su nombre científico— es un pez fósil que pertenece a la familia de los Lepisosteidos. Logró subsistir a las altas temperaturas que provocaron la extinción de los dinosaurios, explicó Leonel Carrillo, catedrático investigador del Fondo de Desarrollo de Ciencia y Tecnología y del Centro de Estudios del Mar y Acuicultura de la Universidad de San Carlos.

“Es una máquina perfecta, que no tuvo necesidad de evolucionar para adaptarse a su medio ambiente”, afirmó. Entre las características primitivas de este pez destacan sus escamas gruesas y fuertes, mandíbulas alargadas y filas de dientes puntiagudos, similares a las de un lagarto. Además, no respira por sus branquias, sino por una vejiga natatoria que hace la función de pulmón. Esto le permite la respiración aérea y vivir en aguas poco profundas.

Peligra su existencia

El pejelagarto, también conocido como machorra o pez armado, peligra por la pesca local derivada de su apetecida carne. Asimismo, constituye una fuente de ingresos para los pescadores.

El equipo de investigación que dirige Carillo es el primero en Guatemala que estudia al pejelagarto y el único que logró su reproducción en cautiverio. El objetivo es difundir las técnicas para criarlo de forma comercial, apoyar a la diversificación de la acuicultura y la explotación sostenible de esta especie, y así frenar su desaparición.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.