El tener la oportunidad de educar, formar y dejar un legado positivo a los hijos, es una de las alegrías más grandes que existe para Vanessa López, Esperanza Barba y Yuma Zumeta, invitadas ayer al programa El Consultorio, que se transmite por www.prensalibre.com.

Cada una de ellas, desde su particular historia y experiencia de vida, considera que el potencial de la mujer es inmenso y que, pese a cualquier adversidad, tiene la total capacidad de salir adelante y avante de cualquier situación.

Superación

El simple hecho de ser madre es un reto grande para toda mujer. “Las mujeres tienen la gran responsabilidad de tener un ser humano en sus manos para sacarlo adelante, no solo en darle de comer y vestir, sino formar una persona de valores”, señaló López.

Para Zumeta, es esencial querer y valorar a los hijos. Tener paciencia como madre es fundamental.

“Es importante sacarlos adelante con entusiasmo. Ellos no pidieron venir. La responsabilidad de una mamá no termina hasta que muere”, resaltó Barba, quien hizo énfasis en la responsabilidad que debe tener toda madre.

Esperanza Barba

Para esta madre y motivadora mexicana, residente en Guatemala, y autora de varios  libros de autoestima,  el lograr salir adelante pese a muchas adversidades, sufrimientos y abusos que vivió, se convirtió en la principal razón para motivar a otras féminas a pelear por sus propósitos; pero, ante todo, quererse a ellas mismas y entender que “la factura de sus vidas está en sus propias manos”.

“Todo lo que he vivido me ha llevado a descubrir que las mujeres tenemos la facultad, facilidad, energía y las ganas de salir adelante si nos lo proponemos. No nos debemos quedar metidas en el dolor, en la tristeza, en la desolación, en el no puedo, en el no valgo. Tenemos que romper esquemas y tenemos que tener fe en nosotras”, explicó.

Barba considera que los mayores obstáculos a los que las   guatemaltecas se enfrentan es a las costumbres, a las ideas erróneas  y a continuar con enseñanzas que perpetuan el machismo. Además, considera que cualquier obstáculo  es de beneficio, ya que estas son las oportunidades para salir adelante.

 “Si se decidió traer un hijo al mundo, hay que ser reponsable, nos guste o no. Hay que hacer que esos hijos sean fuertes y  honestos. Si son hombres, que sean unos que respetan a las mujeres;  si son mujeres, que sean niñas que saben pedir respeto”, señaló.

Vanessa López

Es la fundadora de FunJesús, organización que se enfoca en el bienestar de los niños abandonados y maltratados.

“FunJesús nació hace 15 años, luego de ser voluntaria en la cárcel de mujeres y trabajar allí con los niños del penal. Me surgió la necesidad de ayudar a estos niños y formé la fundación”, comentó López, quien agregó que más que una institución, son una familia con todos los niños que allí reciben, remitidos de los Juzgados de Menores.

“Los niños nos ven como sus papás. Están claros que no nacieron de mi vientre y están claros que somos sus padres sustitutos, y como tal  nos quieren, y nosotros a ellos”, añadió.

López considera que hoy en día, uno de los mayores problemas es que la mujer le ha dado más prioridad a su crecimiento profesional  por sobre el cuidado, la crianza y la comunicación con los hijos. Hizo énfasis en que no está en  contra de la superación personal de la mujer, pero que no puede pesar esto más en su vida que la crianza de los hijos. “Vemos cómo se ha perdido la comunicación entre el hijo y la madre.  Ese vínculo debe ser inquebrantable. Además, debemos recordar que los valores se enseñan en casa, con la comunicación y el ejemplo”, agregó.

Yuma Zumeta

La mayor motivación de Yuma  son sus dos hijas, para quienes quiere una mejor vida y mejores oportunidades que las que ella tuvo.

Zumeta cría sola a sus hijas, una de ellas con problemas de audición, lo cual ha sido un reto mayor para ella como madre. Sin embargo, mediante arduo trabajo y el apoyo de sus padres, ha ido saliendo adelante.

“Fue una de las maestras del colegio quien me dijo que la nena podría tener algún tipo de problema auditivo. Me acerqué a una institución y allí me dijeron que había perdido la audición y que no la podían ayudar con nada. Le dije a mis padres que yo seguiría luchando y buscando ayuda para que mi hija recuperara su audición. Gracias a personas con las que trabajaba encontré otro lugar y allí le hicieron sus pruebas.  Le dieron su aparato y ella ha mejorado mucho”, relató.

Cada oportunidad de trabajo que le sale —en casas y restaurantes— lo toma, ya que sabe que es algo que es para el bien de sus hijas.

“Desde que me quedé sola —sin la ayuda del papá de sus hijas—  he recibido críticas, pero eso a mí me motiva más para continuar y demostrar que no se necesita de alguien más para lograr las metas. Mis hijas saben que lo que hago es para ellas”, señaló.

Su recomendación para cualquier mujer es querer a sus hijos sobre cualquier cosa y “siempre mantener la frente en alto”.