•Evitar el azúcar, especialmente la fructosa. Todas las formas de azúcar son dañinas para la salud en general y promueven el cáncer. Sin embargo, la fructosa es claramente una de las formas más dañinas.
•Optimizar los niveles de vitamina D. La vitamina D influye en prácticamente todas las células del cuerpo y es uno de los combatientes más poderosos del cáncer. La vitamina D es capaz de entrar en las células de cáncer y provocar una apoptosis (muerte celular).
Si usted tiene cáncer, sus niveles de vitamina D deberían estar entre 70 y 100 ng/ml. La vitamina D trabaja sinérgicamente con cualquier tratamiento contra el cáncer que conozco, sin tener efectos secundarios.
•Evite las carnes carbonizadas. Las carnes al carbón están relacionadas con un aumento en el riesgo de cáncer. Se ha descubierto que la acrilamida (un carcinógeno creado cuando los alimentos se cocinan en exceso) también aumenta el riesgo de cáncer.
•Evitar los productos de soya sin fermentar. La soya no fermentada es rica en estrógenos o fitoestrogenos, también conocidos como isoflavonas. En algunos estudios, la soya parece trabajar junto con el estrógeno para aumentar la proliferación de células en las mamas, lo que aumenta las probabilidades de mutaciones y de desarrollo de células cancerígenas.
•Mejorar la sensibilidad de los receptores de insulina. La mejor manera de hacerlo es evitando el azúcar y los granos y asegurándose de hacer ejercicio, en especial ejercicios tipo Peak Fitness.
•Mantener un peso corporal saludable. Esto se producirá naturalmente si come de acuerdo con su tipo nutricional y hace ejercicio adecuadamente. Es importante perder el exceso de grasa corporal porque la grasa produce estrógenos.
•Tomar un cuarto de jugo vegetal orgánico al día.
•Obtener grasas omega-3 de alta calidad y origen animal como las del aceite de krill. La deficiencia de omega-3 es un factor común del cáncer.
•Curcumina. Este es un ingrediente activo de la cúrcuma y en altas cantidades puede ser de gran ayuda en el tratamiento del cáncer. Por ejemplo, se ha demostrado que tiene potencial terapéutico para prevenir el cáncer de mama.
•Evitar tomar alcoholo o al menos limitar su consumo de bebidas alcohólicas a una al día.
•Evitar los campos electromagnéticos lo más que pueda. Incluso las sábanas eléctricas pueden aumentar su riesgo de cáncer.
•Evitar la terapia de reemplazamiento de hormonas sintéticas, en especial si tiene factores de riesgo de cáncer de mama. El cáncer de mama está relacionado con el estrógeno y de acuerdo con un estudio publicado en el Journal of National Cancer Institute, las tasas de cáncer de mama disminuyó con la reducción del uso de esta terapia. Tiene riesgos similares que las mujeres jóvenes que usan anticonceptivos orales. Las pastillas anticonceptivas, que son hormonas sintéticas, han sido relacionadas con el cáncer de mama y cervical.
Si usted experimenta síntomas menopausales, podría considerar el reemplazo hormonal bioidético en su lugar, en esta terapia se utilizan hormonas molecularmente idénticas a las que produce el cuerpo y no daña su sistema. Es una alternativa mucho más segura.
•Evitar BPA, ftalatos y otros xenoestrogenos. Estos son compuestos parecidos al estrógeno que han sido relacionados con un aumento en el riesgo del cáncer de mama.
•Asegurarse no tener deficiencia de yodo, ya que la evidencia relaciona la deficiencia de yodo con ciertos tipos de cáncer. El médico David Brownstein, autor del libro llamado; Iodine: Why You Need It, Why You Can´t Live Without It (Yodo: por qué usted lo necesita, porque no puede vivir sin él, propone que la deficiencia de yodo está relacionada con el cáncer de mama. De hecho el yodo tiene propiedades anticancerígenas y se ha demostrado que mata las células de cáncer en las mamas.
“En el fondo, tener un cáncer es análogo a que nos toque la lotería. Cuando no nos cuidamos, lo único que estamos haciendo es comprar boletos”, afirma el médico Salvador Macip en su libro Qué es el cáncer y por qué no hay que tenerle miedo, de súperpoderes.