El Feng Shui es una metodología de la medicina tradicional china que permite restablecer la conexión entre una persona y su entorno, en busca de un mayor bienestar global. Es aplicada en su mayoría en el hogar, ya que este es el espacio en donde se necesita que la energía fluya de mejor manera.

José Carlos Solares, diseñador de interiores y especialista en Feng Shui, explica que esta técnica da gran importancia a la entrada del hogar, ya que es por donde ingresa el “flujo de chi” o energía vital, por ello aconseja que esa zona esté bien iluminada, limpia y ordenada. Pero sus principios se expanden por toda la casa para hacer de la energía un oasis en la vivienda y que ningún área ocasione el desequilibrio y genere un flujo correcto.

Al lograr una buena energía en un espacio determinado se proporcionará un mayor bienestar en todos los aspectos: salud física, salud mental, trabajo y proyectos personales. Esta filosofía estudia la relación entre las personas y el ambiente físico sobre un espacio y sus objetos, bajo la primicia de que todo se conecta y afecta a nuestro bienestar.

¿Cómo surge?

El Feng Shui es una antigua disciplina china que ha sido definida como el arte de armonizar el ambiente para favorecer el propio bienestar de la persona y su armonía, se creó junto con la filosofía del Tao.  Feng significa “viento” y Shui es “agua”.

Está basado en la cosmología oriental que hace referencia a la teoría sobre la evolución del universo. Desde la perspectiva de la decoración o la arquitectura, la disposición de los muebles en su orientación en un espacio específico, o la elección de los materiales y colores pueden favorecer la armonización de todo el lugar.

El Libro de los Sepulcros o Zhang Shu, primer texto que hace referencia a dicha armonía, fue localizado en el año 300 a.c. en donde explicaba la selección de la ubicación para las tumbas, para así traer suerte a los descendientes. Luego, en China, aparecen los Fang Shih, sabios y adivinos que practicaban geomancia o kanuy, antigua denominación del Feng Shui, basada en la adivinación por medio de la observación del paisaje. Estos analizaban las montañas y los ríos, el aspecto de las calles y los edificios que las forman y también consideraban importante los puntos cardinales y el flujo en el tiempo del Chi.

Actualmente, la base de las armonías viene dada por el ciclo de los cinco elementos: agua, fuego, madera, tierra y metal. Se desarrollan a través de las doce ramas terrestres, es decir, lo que se entiende como “animales” del Horóscopo Chino.

Elementos generales

“Hay que dejar claro que el Feng Shui no es una superstición, solo es una disciplina basada en la compresión de las leyes de la naturaleza. Por eso primero debemos entender cómo funciona y sus conceptos básicos, para evitar colocarla como algo supersticioso o como algo de magia”, opina Marta Alvizures, diseñadora de interiores.

Entre los conceptos básicos se encuentra:

• Chi: El objetivo principal es generar energía positiva en la vida, por lo que el Chi representa la energía de los objetos o de una persona. Se divide en dos elementos clave: el Yin&Yang y los cinco elementos. Por ello se dice que hay dos tipos de Chi: el Chi bueno que se considera cuando fluye con suavidad y longitud, el espacio está limpio, bien iluminado y ordenado. Trae buena suerte, felicidad y prosperidad. Mientras que el Chi malo genera dificultades financieras cuando este no se desplaza con fluidez o se estanca en algún lugar del hogar. Tiende a aparecer en espacios oscuros, húmeros, sucios y desordenados.
• Yin & Yang: Cada objeto y persona está compuesto por dos elementos a los que debe su existencia, el Yin y el Yang. Estos son opuestos, interdependientes, si hay uno está el otro y se generan mutuamente. En la mayoría de los casos, el Yin se asocia a lo receptivo y el Yang a lo activo. Estos también se conectan con el retroceso y avance; condensación y dispersión; tierra y cielo; agua y fuego; negativo y positivo; oscuridad y luz.

• Teoría de los cinco elementos: Fuego, agua, tierra, madera y metal son los cinco elementos asociados a los puntos cardinales. Se debe conocer la orientación de la casa para aprovechar el equilibrio según la disposición de las habitaciones, el mobiliario y la decoración.

• Factores de energía: Existen factores ambientales que afectan la energía. Se dividen en cuatro esferas el ambiente personal e interior del lugar, el ambiente exterior y las energías cósmicas. Estos flujos se intercambian e interactúan constantemente para crear un ambiente de armonía. Se dividen en: energías de un lugar, exterior de la construcción, interior del edificio, factores cósmicos y energía de la persona.

• Mapa Bagua: Es la herramienta que se utiliza para trabajar con el Feng Shui en el interior. Es un mapa de 8 lados, que explica cómo se puede introducir los cambios positivos en la vida a través de la reestructuración, distribución y organización del diseño en el hogar. Al aplicar las directrices del mapa los obstáculos de la vida desaparecerán y darán lugar a un espacio lleno de energía y aumentará la armonía.

Cómo aplicarlo en decoración

Al tener en cuenta los conceptos básicos del Feng Shui ya se puede comenzar a aplicarlo en la reestructuración y decoración de un lugar. Recuerde que lo más importante es armonizar los elementos que están en el espacio, de tal forma que le permita al Chi fluir libremente y así pueda salir el malo.

Para lograrlo, los expertos explican los elementos que hay que aprovechar y pueden cambiar la energía del hogar.

La luz

La luz solar es la generadora natural de energía, y la más potente. Por eso, el primer punto vital si quiere que su hogar o espacio esté lleno de buena energía es permitir la entrada de luz del sol. Cuando desee iluminar el lugar de forma artificial lo ideal es usar velas de colores cálidos y vivos, como el naranja o el amarillo. Para lograr que fluya la energía se debe optar por evitar los espacios oscuros y cerrados.

Los colores

En el Feng Shui los colores se relacionan con los cinco elementos de la naturaleza. Estos son indispensables en la cosmogonía china para hacer fluir la energía. Por eso, saber utilizarlos correctamente es vital para que el Chi fluya libremente por tus espacios.

• Azul: Simboliza la paz, pulcritud y se relaciona con el agua. Favorece al descanso, introspección, pensamiento y tranquilidad interior. Por eso es ideal para los dormitorios o espacios de relajación. Cuando se combina con el blanco ayuda a resaltar los detalles.
• Rojo: Se relaciona con el fuego. Hace referencia a la pasión, alegría y diversión. Es perfecto para hacer decoraciones en la sala o salón de juegos. Aunque no se recomienda usarlo cuando las personas tienen problemas de estrés o ansiedad, porque intensifica los sentimientos. Sin embargo, cuando se tienen pensamientos depresivos, se pueden aprovechar estas tonalidades.
• Café: Los tonos naturales como la madera o el beige se vinculan con el elemento tierra. Este simboliza el equilibrio y la seguridad. También dan sensación de confort y comodidad. Los colores en esta gama son perfectos para espacios donde compartir un momento de relajación y sentirse cómodo. Si se lo complementa con una luz cálida, mucho mejor.
• Blanco: Se relaciona con el metal, al igual que los colores dorado, plateado y gris. Este material hace referencia a la fuerza, resistencia e individualidad. Cuando el blanco se usa en exceso puede crear distanciamiento, por lo que es mejor no abusar y utilizarlo para decoraciones. En los lugares de trabajo fomenta la creatividad.
• Verde: en diferentes tonalidades hace referencia a la naturaleza y a la madera. Tiene como virtud especial propiciar la vitalidad, tranquilidad y descansar la vista. Es ideal para los dormitorios, baños o salón de juegos.

Adornos y decoración

Los adornos también deben transmitir alegría, por lo que evite coleccionar antigüedades, porque arrastran e historial energético de la persona que los tuvo antes y de los lugares en los que han estado. Además, es importante crear un balance y no caer en el exceso de objetos. “Menos es más. Escoger solo los que realmente nos agradan o que sean funcionales le darán una mejor energía al hogar. Cuánto más amplio se perciba el ambiente, más lugar tendrá la energía para fluir con facilidad”, propone Alvizures.

Los pasillos

Los pasillos de su hogar u oficina deben ser fáciles de transitar y libres de obstáculos importantes para que la energía fluya libremente. No se recomienda que tengan muebles o algún objeto que intercepte el paso.

El orden

El desorden no es bueno para ningún lugar porque roba energía y distrae la mente. Además de que provoca un ambiente descuidado e impide el flujo del Chi. Tener un lugar ordenado, bien decorado y con los colores ideales lo hará sentir más feliz.

El secreto de las plantas

Las plantas, el toque natural y de vida de un espacio, son indispensables en el Feng Shui. Dentro de la filosofía china son de vital importancia porque, al pertenecer al elemento de madera, logran un equilibrio de los cinco elementos que mueven al mundo: madera, fuego, tierra, metal y agua.

Además, debido a que la mayoría se regalan como símbolo del amor, se les asocia con sentimientos nobles y genuinos. También representan el crecimiento espiritual. Según el Feng Shui, ubicar plantas dentro del hogar puede ayudar a aumentar su concentración y mejorar su aprendizaje. Para este fin, el bambú es la planta más recomendada.

Pisos

Para que la energía se mueva libremente por la casa, lo ideal es que el piso sea uniforme. Evite los mosaicos o las divisiones de diseños.