La profesional agrega que se desconoce la relación de boca y salud en general, pero la importancia de una buena salud bucal incluso previene o disminuye probabilidades de enfermedades cardiovasculares o diabetes en el futuro.  “Desde el embarazo y la lactancia es posible empezar a cuidar la boca de los niños y se sigue con higiene y también al alcanzar hábitos positivos de alimentación, todo ello impacta en reducir enfermedades”, dice.

Es necesario llevar un seguimiento del niño y evaluar los dientes para ver aspectos como el espacio y otras condiciones.  Esto ayuda a que crezcan con sus dientes sanos y de manera temprana se tomen decisiones de tratamientos cuando sea necesario.

Emy Garnica, odontóloga general de adultos y niños de Clínicas Dentales Sonríe explica que el momento del cambio de dientes es una cuestión de genética y llega a diferentes edades para los niños, así que es posible que varíe un poco entre cada uno.

Por su parte, la odontopediatra Karina Villatoro Mayén, de Zona Pediátrica, Hospital de niños,  agrega que la edad promedio para iniciar con el cambio de dentición es entre los seis y ocho años de edad.  Comienza  con la erupción de los incisivos centrales inferiores y termina esta etapa entre los 10 a 12 años con la erupción o salida de los caninos o colmillos.

Al momento de que los dientes estén flojos es importante mover las piezas.  Comer algunos alimentos con fibra como manzana, apio, zanahoria y otros puede ayudar a facilitar el proceso.  El ideal es que el diente caiga de forma natural para reducir el dolor y el sangrado asociados con la pérdida del mismo.

Después es necesario orientar a los niños para que no se lastimen tocándose el área y que no se infecte.  Podría hacerse enjuagues con agua y sal, o té de manzanilla.

Es indispensable evitar tocar el área con la fuerza de la lengua, al hacer esto por mucho tiempo podría hacer que los dientes tomen una posición incorrecta, agrega Garnica.

“El educar y mejorar la salud del niño mediante la salud oral es de lo más gratificante de la profesión”, María José Tejeda, odontopediatra de Beam Dental Studio

La recomendación en ésta etapa es que el niño tenga citas previas al  odontopediatra para llevar un seguimiento de los cambios. Lo sugerido es comenzar desde desde la erupción o salida del primer órgano dentario entre los 6 a 8 meses de vida, dice Villatoro.  La finalidad es que con estas visitas el especialista se apoye a los padres a tener un buen control de hábitos saludable de higiene, buena técnica de cepillado y recomendaciones sobre dieta y consumo de agua pura, detalles importantes que a lo largo de la vida conseguirán que controle la enfermedad caries dental.

Villatoro agrega que actualmente uno de los problemas es el consumo indiscriminado de azúcar ya que no se están siguiendo las pautas o recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud, por ejemplo que sugiere el consumo de únicamente tres cucharaditas al día de azúcar libre para los niños mayores de dos años, evitar totalmente el consumo en los menores de dos años, ya que debemos tomar también en cuenta el consumo que hacen los bebés del azúcar que ya está añadida a muchos alimentos de consumo diario como son galletas, yogurt o bebidas endulzadas.

Enseñarles sobre la limpieza

Hasta antes de los ochos años los padres están más involucrados en el cepillado, a partir de esta edad los niños adquieren sus habilidades motrices que le permiten realizar un cepillado correcto.

Garnica sugiere enseñar la limpieza dental como un juego.

1. Es ideal compartir con los más pequeños el momento de cepillarse.  Que vean a los adultos es importante para que aprendan del ejemplo, al igual que sucede con otras actividades como el rasurarse o maquillarse.
2. En ocasiones si los niños no lo están haciendo de forma correcta podría cepillarles para ir a paso a paso explicando.  No siempre es fácil que acepten que necesitan ayuda, así que podría hacerse como un juego en el que los pequeño cepillen a papá o mamá y viceversa.
3. Tener una canción o música en los minutos de cepillarse también hace agradable el momento.
4. Otros expertos sugieren el crear juegos de mesa, actividades y lecturas que enseñen sobre la limpieza bucal.

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Hay una cantidad grande de enfermedades o diagnósticos que pueden darse en la cavidad oral explica Villatoro y ahí radica  la importancia de las visitas frecuentes al dentista especialista, así como las referencias oportunas de otros profesionales.

Desde bebés, por ejemplo, los médicos pueden identificar  hongos o frenillo corto, entre otros. En niños mas grandes también es posible evaluar la mala posición de la lengua, lo cual repercute en una respiración y deglución atípica. En la adolescencia se ve desde erosión dental por problemas gástricos hasta lesiones características del cambio hormonal.

Además, Tejeda comparte que en ocasiones incluso se ha logrado diagnosticar tumores y cáncer, lo cual se puede encontrar de forma temprana al visitar al dentista y así evitar que pierda parte de su mandíbula o tener otros procesos.

Es importante que a la menor señal de cambio de coloración del esmalte o presencia de lesiones cariosas visitar al odontopediatra.