Salud y Familia

Depresión en adolescentes: cómo identificarla y por qué es importante pedir ayuda

La estabilidad emocional de sus hijos debe estar en su lista de prioridades. Es por eso que aquí le compartimos algunas señales de alerta que pueden indicarle que no se encuentran del todo bien. Asegurarse de que sepan que cuentan con usted siempre que lo necesiten y que será capaz de comprender si están pasando un mal momento es muy importante.

Tener apoyo y las habilidades para hacerles frente ayudará a los adolescentes a superar las situaciones adversas y los lapsos en el que pueden experimentar un ánimo muy bajo. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Tener apoyo y las habilidades para hacerles frente ayudará a los adolescentes a superar las situaciones adversas y los lapsos en el que pueden experimentar un ánimo muy bajo. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

La depresión en adolescentes es algo que no debe tomarse a la ligera. Se trata de un trastorno del estado de ánimo muy grave que debe ser identificado y tratado lo más pronto posible pues consiste en experimentar sentimientos de tristeza, melancolía y abatimiento. La ira y la frustración también suelen manifestarse en esta situación.

Una publicación de Medline Plus, portal desarrollado por la Biblioteca Nacional de Medicina de Estados Unidos, la depresión puede ocurrir a cualquier edad, pero es común que comience en la adolescencia o al comienzo de la adultez. Aseguran que aquellos adolescentes que presenten las siguientes características tienen mayor riesgo de sufrirla:

  • Tienen otras afecciones de salud mental, como ansiedad, trastornos de la alimentación y uso de sustancias
  • Tienen otras enfermedades como diabetes, cáncer o enfermedades del corazón
  • Tienen familiares con enfermedades mentales
  • Tienen un conflicto familiar o una familia disfuncional
  • Tienen problemas de aprendizaje o trastorno de déficit de atención e hiperactividad (TDAH)
  • Han sufrido un trauma en la infancia
  • Tienen una perspectiva pesimista o poca capacidad de enfrentar situaciones

La psicóloga clínica Cynthia Patzán también resalta que quienes han sido víctimas o testigos de violencia o quienes son rechazados por parte de su familia debido a su orientación sexual también son propensos a sufrir depresión.

En una publicación realizada por la American Academy of Pediatrics (AAP), los expertos sugieren que para ayudar a que un adolescente no atraviese por esta situación como padre debe promover la buena salud. Aseguran que los conceptos básicos para una buena salud mental incluyen una dieta saludable, horas adecuadas de descanso, ejercicio y establecer relaciones positivas con otras personas.

Patzán está de acuerdo con dicha sugerencia pero agrega que aunque reducirá las posibilidades de que un adolescente caiga en depresión, no es una garantía infalible. “Un adolescente puede tener una vida plena y repentinamente atravesar una situación que haga cambiar sus sentimientos y percepción. El acoso escolar, la pérdida de un ser querido, problemas de autoestima e incluso la ruptura de una relación, sobre todo si se trata de una primera experiencia, pueden ser algunos detonantes”, afirma.

Aunque los síntomas de la depresión en adolescentes pueden variar, profesionales de la Clínica Mayo han conseguido establecer algunos cambios emocionales y en el comportamiento que son comunes en estos casos y que podrían dar una señal de alerta a los padres:

Cambios emocionales

  • Sentimientos de tristeza, los cuales pueden incluir episodios de llanto sin razón aparente
  • Frustración o sentimientos de ira (incluso por cosas que en otro momento le hubieran parecido insignificantes)
  • Estado de ánimo irritable
  • Pérdida del interés en las actividades cotidianas
  • Pérdida de interés en familiares y amigos o mostrarse constantemente en conflicto con ellos
  • Baja autoestima
  • Fijación en fallas pasadas o autocrítica excesiva
  • Sensibilidad extrema al rechazo o al fracaso
  • Dificultad para pensar, concentrarse, tomar decisiones y recordar cosas
  • Sensación continua de que la vida y el futuro son desalentadores
  • Pensamientos recurrentes de muerte o suicidio

En el año 2016 por medio de una investigación realizada por parte de la Universidad de San Carlos de Guatemala se identificó en el transcurso de dos meses que 31 personas intentaron suicidarse. Los resultados del estudio mostraron que un 38,7% de la población se encontraba entre 14 a 18 años, y todos ellos presentaban algún grado de depresión o ansiedad.

El sexo femenino está predispuesto 3 veces más a padecer depresión debido a los cambios hormonales por los que las mujeres atraviesan a lo largo de la vida. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

 

Cambios en el comportamiento:

  • Cansancio
  • Insomnio o dormir demasiado
  • Cambios en el apetito: disminución del apetito y pérdida de peso, o aumento de antojos de alimentos y aumento de peso
  • Consumo de alcohol o drogas
  • Agitación o inquietud constante
  • Disminución de la agilidad mental, la rapidez del habla o los movimientos corporales
  • Aislamiento social
  • Mal rendimiento escolar o búsqueda constante de razones para ausentarse
  • Menos atención a la higiene personal o la apariencia
  • Autolesión

Patzán resalta la importancia de buscar la ayuda de un profesional en caso de identificar alguno de estos síntomas en su hijo adolescente. “Hable con él o ella para conocer sus sentimientos respecto a todo lo que sucede con su vida. En este primer abordaje puede que reconozca que algo no va bien y que esté de acuerdo con buscar ayuda para solucionar el problema. Si se resiste o se siente avergonzado por ello explíquele la importancia de su bienestar, dígale que todo va a mejorar pronto, pero que quizá necesite el acompañamiento de un experto para ello”.

Para identificar qué atraviesa su hijo, su médico le hará un examen físico y hará preguntas sobre su salud. Esto debido a que la depresión puede estar ligada a un problema de salud sin diagnosticar. Asimismo se le realizará una serie de preguntas respecto a sus sentimientos, ideas y percepciones. Estas evaluaciones le ayudarán a establecer al profesional sobre el tipo de depresión que padezca el paciente y sus características específicas. Profesionales de la Clínica Mayo comparten tres ejemplos:

  1. Ansiedad: depresión con inquietud inusual o preocupación por posibles eventos o pérdida del control.
  2. Características melancólicas: depresión grave con falta de respuesta a algo que solía causar placer y está relacionado con el despertar temprano por la mañana, empeoramiento en el estado de ánimo de la mañana, cambios importantes en los hábitos alimenticios y sentimientos de culpa, nerviosismo o lentitud.
  3. Características atípicas: depresión que incluye la capacidad de estar temporalmente alegre como consecuencia de eventos felices, mayor apetito, aumento excesivo de sueño, sensibilidad al rechazo y pesadez en brazos o piernas

Además, aclaran que la depresión puede ser síntoma de algunos trastornos la bipolaridad, trastorno de desregulación disruptiva del estado de ánimo o el trastorno disfórico premenstrual.

La psicóloga clínica María Cristina Fuentes explica que cada paciente es diferente y que su diagnóstico y tratamiento también lo son. “Una combinación de terapia y algunos medicamentos suele ser efectiva para la mayoría de los casos. Sin embargo, encontrar el medicamento y sus dosis adecuada normalmente es un periodo de prueba y error. Además también se tiene que tomar en cuenta que el efecto de los medicamentos no es inmediata”, dice.

Cuando hable con su hijo procure mostrarse empático y comprensivo ante la situación. No lo juzgue ni lo reproche por ello. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Acorde a Fuentes, al momento de que su hijo reciba el diagnóstico y tratamiento, hay algunas cosas que usted puede hacer para hacer la situación más llevadera. “Lo primero es transmitirle que todo va a estar bien muy pronto. Asimismo es importante que se asegure de que el adolescente asista a sus sesiones de terapia y tome su medicamento en la cantidad y horario establecido, sin falta. Además, estar al pendiente de su comportamiento y trabajar en la comunicación es crucial. Muéstrese abierto a hablar si su hijo lo necesita, pero sin hostigarlo o presionarlo. Finalmente, siempre tenga a la mano el número del profesional a cargo de su tratamiento”.

Médicos de la Clínica Mayo explican que dado que la sobredosis es un riesgo para los adolescentes con depresión, es posible que el médico recete solo cantidades pequeñas de píldoras cada vez o que le recomiende distribuir los medicamentos de modo que el adolescente no tenga una gran cantidad de píldoras disponible al mismo tiempo.

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