Quienes padezcan un cáncer metastásico ahora tienen la posibilidad de recibir nuevos tratamientos que pueden retardar la progresión de su enfermedad, controlar los síntomas y hasta prolongar su vida. Aunque la metástasis raramente se va a curar por completo, lo valioso es que la situación de estos pacientes puede ser similar a la de una persona con una enfermedad crónica, como la diabetes tipo 1.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), es posible prevenir, al menos, un 40% de los casos de cáncer que ocurren, anualmente, en las Américas. Asimismo, el ente menciona que, con las herramientas adecuadas, también, es posible la detección temprana y el tratamiento eficaz de un 30% de los casos. Esto muestra una señal más de esperanza ante la enfermedad.
Ahora bien, de acuerdo con cifras de la Asociación Española contra el Cáncer, se estima que uno de cada dos hombres y una de cada tres mujeres padecerá cáncer en algún momento de su vida. Por eso, debe dársele igual valor a todos los pacientes con esta enfermedad, independientemente de la etapa en la que se encuentren; cada vida merece lo mejor en términos de una atención personalizada, integral, oportuna y equitativa.
Alcemos la voz
Los indicadores de supervivencia del cáncer han mejorado, hasta en un 20%, en tasas relativas a cinco años después del diagnóstico, durante las últimas décadas, en países de primer mundo.3 Sin embargo, todavía existen aspectos por solventar en regiones como la de Centroamérica y Caribe, para mejorar estos y otros indicadores, en beneficio de la salud de pacientes con esta enfermedad, incluyendo metástasis.
Tanto a nivel de acceso como de política pública, resulta necesario promover y garantizar la equidad de acceso al cuidado y tratamiento del cáncer metastásico, así como identificar y trabajar en la eliminación de las barreras estructurales de los sistemas de salud. Esto puede lograrse a través de un plan claro que involucre desde la parte terapéutica hasta el seguimiento y soporte del paciente, en las diferentes fases de la enfermedad.
Asimismo, es importante buscar espacios de trabajo conjunto con autoridades y otros actores del sector salud, para crear conciencia sobre la enfermedad metastásica y priorizar políticas orientadas a mejorar la supervivencia de estos pacientes.
Otro aspecto relevante a promover es que los profesionales de salud reciban educación médica continua en cómo brindar apoyo a las necesidades de estas personas y, además, actualizarse constantemente sobre los avances en tratamientos para cáncer metastásico, como parte de la mejora en la calidad de la atención.
Sin duda la innovación, tanto a nivel médico como farmacéutico, ha cambiado radicalmente la vida en la sociedad moderna, favoreciendo el camino hacia una mayor longevidad y calidad de vida de las personas. Específicamente, el área de oncología es en donde mayores esfuerzos se han hecho para crear un marco específico de los medicamentos basados en valor aportado; sin embargo, se necesita alzar la voz para establecer objetivos más claros en torno al cuidado de quienes viven con enfermedad metastásica.
Los sistemas de atención del cáncer deben optimizarse, si se quiere satisfacer las necesidades de estos sobrevivientes. Estamos en el momento oportuno para que todos los actores clave del sector prioricemos una reingeniería en atención clínica, acceso y políticas públicas, en búsqueda de resultados positivos para las personas con cáncer metastásico, sus cuidadores, familias y nuestra sociedad en sí. Sí hay esperanza, solo es necesario cambiar paradigmas.
Esperanza
Dra. Rebeca Mora, médico cirujano
Con las herramientas adecuadas, también, es posible la detección temprana y el tratamiento eficaz de un 30% de los casos.
