El color rojo realza los labios, por lo se tienen que acondicionar convenientemente antes de maquillarlos. Es importante exfoliarlos e hidratarlos. Unos labios rojos con trocitos de piel muerta o cuarteados por sequedad excesiva, pueden destrozar cualquier look.
El delineador sirve para fijar exactamente la zona donde se aplica el color sin salirte. Lo ideal es que el lápiz sea del mismo tono que el labial o uno más claro, nunca más oscuro porque destacaría y se haría visible.
Sólo queda rellenar los labios de color. Para ello es conveniente aplicar el labial con ayuda de un pincel y hacerlo empezando por la parte central del labio superior (extendiéndolo hasta las comisuras) y repitiendo la operación en el labio inferior. Se debe conseguir una capa uniforme.
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