Vida

Yoga al desnudo, nueva variante

A los practicantes del yoga en Estados Unidos les cuesta elegir una técnica: bajo el agua en la piscina, bikram (modalidad que se practica en un habitación cerrada y con calefacción), con guantes de boxeo, acompañados de música disco o yoga con mascotas.

La nueva tendencia es bajo el lema ?menos es más?. Durante el Naked Yoga los participantes se sacan la ropa. ?Al principio hay un poco de nerviosismo, pero se pasa rápidamente?, asegura la profesora Jessica Hidari, que en un estudio en San Francisco rápidamente se quita los jeans y la camiseta. ?Sáquense la ropa, respiren hondo y relájense?, aconseja la joven de 26 años a su grupo, compuesto por hombres y mujeres.

?Esto no trata de experiencias sexuales, sino de abrir el corazón?, asegura Rob Kandell, fanático de esta modalidad y director comercial del centro de yoga One Taste Urban Retreat, para tranquilizar a los escépticos.

También la directora del estudio Nicole Daedone, de 38 años, que en abril se atrevió por primera vez a participar en el experimento nudista, asegura que no tiene nada que ver con ?ligar?. Desde entonces, la clase de la mañana del domingo de 25 alumnos está llena.

?Recibimos consultas de todas partes del país y ahora aconsejamos cómo efectuar una rutina?, cuenta Nicole. Intentos de acercamiento están absolutamente prohibidos. Comportarse como un caballero es esencial. ?Hasta ahora no hemos tenido que echar a nadie del estudio?, dice.

Jessica se para relajadamente frente a sus alumnos desnudos y comienza de inmediato con el asunto. Tras ejercicios de respiración en la colchoneta les enseña las posturas clásicas del yoga.

Respirar profundamente tiene efectos increíbles. El nerviosismo desaparece y abre paso a una relajada concentración. La profesora Jessica ha tenido como alumnos a ?viejos, jóvenes, guapos y menos atractivos?.

?Después de todo, esto no es un concurso de belleza, sino un intento serio por lograr una completa armonía entre cuerpo y espíritu?, explica. Sin embargo, Jessica llama la atención sobre una pequeña diferencia entre sus clases vestidas y desnudas. Mientras su curso tradicional es visitado en promedio por más mujeres, en el de yoga sin ropa es mayor la participación de los hombres.

Más de 16 de millones de adultos estadounidenses practican la técnica tradicional, según constató el Yoga-Journal tras una encuesta a nivel nacional. En comparación al año anterior, los seguidores del yoga aumentaron en más de cinco por ciento.

?En la Norteamérica mojigata el yoga desnudo seguramente no será un movimiento masivo?, reconoce Rob Kandell. Pero, un grupo cada vez más grande está dispuesto a cruzar los límites y a tirar por la borda los ideales físicos ?exigidos?, según cree este profesor.