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Nuevas semillas fortificadas del ICTA para combatir el hambre

El problema de desnutrición afecta más a niños menores de 5 años en Guatemala y como acciones para afrontar este mal, el Instituto de Ciencias y Tecnología (ICTA) liberó este año tres nuevas semillas de frijol y una de maíz altamente fortificado.

El ICTA cultiva maíz mejorado en Zacapa, para abastecer de semilla a familias que viven el Corredor Seco. (Foto Prensa Libre: Hugo Oliva)

El ICTA cultiva maíz mejorado en Zacapa, para abastecer de semilla a familias que viven el Corredor Seco. (Foto Prensa Libre: Hugo Oliva)

El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) reporta que cuatro de cada 10 niños padece desnutrición crónica en el país y el índice aumenta al 80 por ciento en las comunidades indígenas.

El Instituto enfocó esfuerzos en el desarrollo las nuevas variedades de frijol negro: ICTA Chortí ACM, ICTA Labor Ovalle e ICTA Utatlán. En maíz, desarrollaron la nueva semilla ICTA B-9 ACP, recomendable para suelos del oriente, sur y norte del país, hasta mil 200 metros sobre el nivel del mar.

Información proporcionada por el departamento de divulgación del Instituto especifica que la semilla ICTA Chortí ACM contiene más hierro y zinc, que ayudan a combatir la anemia ferropénica (la más común).

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Esta variedad la planta crece 60 centímetros en promedio, tiene floración morada a los 35 días de la siembra, y cada planta produce un promedio de 15 vainas. El ciclo de cultivo concluye en 78 días y el rendimiento de la cosecha es de 30 quintales por manzana, en promedio.

La ICTA Labor Ovalle es una nueva variedad de frijol tipo bolinillo (grano redondo o de bola) de vara o enredo. El Instituto hizo evaluaciones de variedades nativas e hizo cruces entre ellas para generar variedades mejoradas de este tipo de frijol, que se adapta desde dos mil a dos mil 800 metros sobre el nivel del mar, tiene 73 días para la floración y 135 para la cosecha.

La semilla ICTA Utatlán, que también es una variedad de vara o enredo dentro del cultivo de maíz, tiene tolerancia a roya, buen potencial de rendimiento, precocidad y no bota la planta de maíz. Se adapta a la altitud del altiplano, desde los dos mil hasta dos mil 800 metros sobre el nivel del mar.

La investigación también desarrolló la primera variedad de maíz blanco ICTA B-9 ACP, que contiene alta calidad de nutrientes y que aporta el 90 por ciento de las proteínas que contiene la leche.

Balance en la alimentación

Julio Franco, coordinador de la Disciplina de Validación y Transparencia de Tecnología del ICTA, informó recientemente en un acto de entrega de semillas en Atescatempa, Jutiapa, que si las personas comen 70 por ciento de maíz y 30% de frijol de este tipo de semillas el cuerpo logra tener proteínas de calidad y la desnutrición se reducirá.

Franco dijo que la investigación de ICTA fue gracias a la colación de varias entidades como Proyectos HarvetPlus y la Plataforma BioFORT, a través del Minsiterio de Agricultura, Ganadería y Alimentación.

Efectos de desnutrición

Unicef establece que los niños que viven en condiciones de desnutrición provocan menos retención, poca productividad, propensión a adquirir enfermedades, pérdida de coeficiente intelectual e incluso efectos irreversibles para toda la vida, agrega Unicef.

Hasta el 29 de julio de este año, en el reporte de la semana epidemiológica que hace el Ministerio de Salud Pública y Asistencia Social, sobre la situación de desnutrición aguda en menores de 5 año, establece que se reportan 7 mil 780 casos de desnutrición aguda en el país, y los lugares más afectados son Escuintla, con 849 casos; San Marcos y Huehuetenango, con 683 y 630 casos, respectivamente.

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