Economía

Importación de luces artificiales aumenta poco

La cultura de quemar juegos pirotécnicos o fuegos artificiales importados para celebrar las fiestas de fin de año sigue creciendo y cada vez tiene más auge frente a la costumbre de quemar los tradicionales cohetillos guatemaltecos.

Aunque las importaciones de esos productos se recuperaron en el 2011 después de la crisis económica del 2009 y del 2010, a noviembre del 2012 solo crecieron 5.78% en relación con similar mes del 2011.

De acuerdo con datos de la Superintendencia de Administración Tributaria (SAT), a noviembre último, la importación de artículos pirotécnicos sumó US$4.22 millones —Q33.42 millones—, apenas US$0.23 millones más que los US$4 millones —Q31.60 millones— que se importaron en el mismo período del 2011.

Sin embargo, el acumulado a noviembre ya superó la cifra de US$4.60 millones del que había sido el dato histórico más alto que se registró en el 2008 cuando el monto fue de US$4.18 millones.

Aunque el crecimiento de este mercado dejó de ser explosivo, cada año los importadores intentan innovar para seguir deslumbrando a chicos y grandes, en un esfuerzo por mantener encendida la mecha del consumo.

De acuerdo con Édgar Mendoza, gerente general de la empresa importadora Sky Fire, diciembre es la mejor época para la colocación de estos productos, aunque ya se han comenzado a vender para festejar bodas, aniversarios de empresas, cumpleaños u otros eventos especiales y hasta en las festividades religiosas en donde tradicionalmente se quemaban las llamadas bombas de trueno.

Los juegos

Entre la variedad de combos se pueden mencionar: los crisantemos, que producen una explosión y lluvia de luces en forma de esfera, y la pirámide, que al explotar en el aire el juego de luces se extiende en alrededor de 800 metros, o los pequeños de abejas que forman una especie de enjambre de luces de colores.

Otro de los juegos es el que se conoce como el abanico coqueto, que al explotar deja ver 25 luces en forma de W, que se extienden en forma abanicada, así como los crisantemos dorados de 13 tiros, que son los más tradicionales.

Los precios varían y se pueden encontrar paquetes desde Q40 hasta baterías de más de Q2,500.

Según Mendoza, este año la venta de los productos será muy parecida a la del 2011, porque aún no ha mejorado el poder adquisitivo de los guatemaltecos.

De acuerdo con sus cálculos, las ventas podrían subir entre 5% y 8%, aunque se deberá esperar a fin de año para saber con certeza la cifra.

Otto Sun, gerente general del Dragón Luces Chinas, coincide con Mendoza en que el monto de las ventas será muy similar al año anterior.

Agregó que la estrategia es renovar los productos, por lo que entre el 15% y 18% de los mismos son nuevos. Para atraer al público en general ahora se ofrecen baterías más pequeñas al alcance de todos los presupuestos.

El principal obstáculo es que para la mayoría de los clientes la quema de juegos pirotécnicos no es una prioridad, por lo que es el último producto en la lista de compras, después de los alimentos, la ropa y los regalos navideños.

Marcelo Rojas, tercera generación de comerciantes, y quien se ubica cada año, junto con alrededor de 16 familias a inmediaciones del Centro Comercial Montúfar, en la zona 9 capitalina, comenta que la compra ha sido menor que en otros años.

Según relató Rojas, su abuelo fue el primero, hace aproximadamente 40 años, en ubicarse en ese lugar cada fin de año. Después siguió con la tradición su padre y en la actualidad atiende el negocio junto con su hermana y sobrinos.

Rojas refirió que en la actualidad los compradores prefieren los fuegos artificiales, aunque siguen teniendo gran demanda las ametralladoras.

El comerciante invitó a visitar las ventas ubicados en ese lugar, donde hay seguridad policial y variedad de productos.

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