La portada del libro electrónico de Cien años de soledad incluye la misma imagen de la cubierta de la primera edición del libro en papel, un barco en medio de la selva. A propósito de esto, García Márquez escribió ayer en Twitter: “Es leer lo que da vida. No el papel, ni la pantalla”.
Acerca del escritor
Gabriel García Márquez, Gabo, nació en Aracataca, en la costa caribe de Colombia, el 6 de marzo de 1927, pero vive en México desde hace décadas. Lleva tiempo sin escribir, ya que en 1999 le diagnosticaron cáncer linfático, por el cual ha estado en tratamiento.
El nobel de Literatura, en su infancia, era muy tímido, pero le gustaba escribir poemas humorísticos y dibujar tiras cómicas.
Sus primeros poemas los publicó en una revista escolar. Al finalizar el colegio ingresó a la Universidad Nacional de Colombia para estudiar Derecho, donde tuvo especial dedicación a la lectura. La metamorfosis, de Franz Kafka, en la traducción de Jorge Luis Borges, fue una obra que lo inspiró.
Gabo quería escribir, pero no literatura tradicional, sino con un estilo similar a las historias de su abuela, en las que se insertan acontecimientos extraordinarios y anomalías como si fueran simplemente un aspecto de la vida cotidiana. Su deseo de ser escritor crecía. Poco después, publicó su primer cuento, La tercera resignación, en 1947, en el diario El Espectador.
Su primera novela, La hojarasca, la publicó en 1955.
La cultura popular y las mujeres que siempre lo rodearon desde pequeño alimentaron el corazón e imaginación de este poeta de la prosa, que dice escribir para que lo quieran un poquito más.
En su vida se ha destacado por ser buen mediador, aunque algunos no le perdonen —entre ellos Mario Vargas Llosa— su relación con Fidel Castro. Pero es que, como explica en la biografía, autorizada por él, escrita por el británico Gerald Martin, “Gabo no es un lacayo de los políticos, pero la amistad para él es sagrada, como la lealtad y la coherencia”.
Escuche en www.prensalibre.com algunos fragmentos de Cien años de soledad.