Internacional

El éxodo de funcionarios y antiguos aliados de Dilma Rousseff

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, parece no encontrar salida a la crisis política que enfrenta y al contrario, cada vez son más los funcionarios que renuncian a su Gobierno, y quienes fueron sus aliados políticos también la están abandonando.

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff (d), conversa con su ministro de Hancienda, Nelson Barbosa (i), durante una actividad. (Foto Prensa Libre: EFE).

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff (d), conversa con su ministro de Hancienda, Nelson Barbosa (i), durante una actividad. (Foto Prensa Libre: EFE).

Por si eso fuera poco su popularidad continúa por los suelos, de acuerdo a la más reciente encuesta publicada, el 80 por ciento afirmó con confiar en Rousseff y solo el 10 por ciento la apoya.

No dio resultado el espaldarazo que en teoría, le daría el expresidente Luis Inácio Lula da Silva, posiblemente porque también es investigado por la justicia por enriquecimiento ilícito dentro de la trama de Petrobras.

En menos de una semana, son dos ministros y el jefe de Seguridad han dejado el Ejecutivo aún dirigido por Rousseff, además el popular partido PMBD (Partido Movimiento Democrático Brasileño), le retiró su apoyo el martes y con ello su vicepresidente Michel Temer también se aleja.

3 funcionarios han renunciado al gobierno de Dilma Rousseff.
6 ministros del partido PMDB, que recién le retiró su apoyo, le quedan a la presidenta.
80 por ciento afirma no confiar en Rousseff, según la más reciente encuesta.
10 es el apoyo que le tienen los brasileños, de acuerdo a la misma medición.


La pregunta que surge es: ¿Cómo es posible gobernar un país cuando se tiene en contra incluso hasta el vicepresidente?

El ministro brasileño de Turismo fue el primero en dimitir el lunes en acatamiento al llamado del vicepresidente Temer.

Ese día, Rousseff, del partido de los Trabajadores  (PT), sostuvo conversaciones durante el día con sus siete ministros del partido PMDB,  pero no evitó que el jefe de dicha cartera, Henrique Alves, renunciara porque, el exfuncionario acotó que su salida se debió a que, el tiempo del diálogo “se agotó”.

El partido más grande le da la espalda

El martes fue un día negro para la presidenta brasileña, a la salida de su primer ministro del PMDB le siguió el retiro del apoyo de esa agrupación política, una acción definida “por aclamación inmediata”, durante una reunión con un centenar de líderes en Brasilia y que duró tres minutos. 

El PMDB es el partido político más grande de Brasil y con sus 69 diputados y 18 senadores, será clave en el resultado del impeachment (juicio político), que avanza rápidamente y podría concluir hacia mediados de abril si la Cámara lo aprueba por una mayoría de dos tercios  (342 de los 513 diputados) y luego el Senado por más de la mitad de sus 82 escaños.

Rousseff sería apartada en ese caso de su cargo por un período máximo de 180 días, hasta que la Cámara alta dé su veredicto final, esta vez por una mayoría de dos tercios.

La siguiente salida fue ala del ministro de Deportes George Hilton, el exfuncionario de un partido que también desertó del gobierno, entregó el cargo el miércoles cuatro meses antes de los Juegos Olímpicos de Rio.

El anuncio puso fin a semanas de conjeturas sobre el destino de Hilton. En un principio Hilton mantuvo su trabajo este mes luego de dejar su partido cuando éste se retiró de la frágil coalición de gobierno de Rousseff.

Un alto asesor de Rousseff dijo la semana pasada que Hilton estaba por renunciar, a pesar de que su ministerio se negó a confirmar la versión en el momento.  El anuncio también llega en medio de la incertidumbre sobre otros ministros que también pertenecen al PMDB.

El jueves, Dilma Rousseff se levantó con la noticia de la renuncia del coronel Adilson Moreira, jefe de la Fuerza Nacional de Seguridad de Brasil, abandonó el cargo después de haber difundido una carta con duras críticas al Gobierno y a la presidenta Dilma Rousseff.

La exoneración de Moreira, que era uno de los responsables por la organización del operativo de seguridad para los Juegos Olímpicos que se celebrarán en Río de Janeiro en agosto próximo, entre otros asuntos, fue publicada el viernes en el Diario Oficial.

Aunque no se aclaran los motivos, el propio Moreira los explicó en una carta que envió hace unos días a otros miembros de la Fuerza Nacional de Seguridad, difundida hoy por la prensa local.

  • VIDEO | La más reciente protesta en Brasil

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“Mi familia lo exige, pues no se precisa ser muy inteligente para saber que somos dirigidos por un grupo sin escrúpulos, incluyendo a la Presidenta de la República”, indica el coronel, quien añade que se siente “avergonzado”  por esa situación.

Lucha por reconstruir gabinete

El foco del gobierno es ahora impedir una estampida de sus demás aliados y, con cargos en la mano, Lula y Rousseff negocian las inciertas fidelidades,

Desde la salida del PMDB del gobierno, Rousseff se enclaustró en el palacio presidencial de Planalto para reconfigurar su equipo gubernamental.

“El gobierno tiene una doble estrategia: recomponer la base aliada e impedir que el PMDB junte 342 votos”  para aprobar el impeachment en la cámara de Diputados, indicó el miércoles a la  AFP  un asesor del gobierno que pidió el anonimato.

Los 342 votos equivalen a las dos terceras partes de la Cámara, de 513 escaños.

“El gobierno tiene la capacidad de liberar presupuestos para garantizar la realización de proyectos”  de responsables que quieran ser electos o reelectos en los comicios municipales de octubre próximo, agregó el asesor. “No hay nada irregular en eso. Son políticas tradicionales”, apuntó.

Temer y su nuevo aliado, el opositor socialdemócrata PSDB, también tratan de ganar apoyos para el impeachment, con promesas de cargos y ministerios del gobierno que se formaría tras la caída de Rousseff.

De los seis ministros de Rousseff que son del PMDB ninguno ha pedido hasta ahora la salida. Según el asesor, todos negocian para quedarse. La ministra de Agricultura, Katia Abreu, dijo por ejemplo en Twitter que estaba decidida a seguir en el cargo y en el PMDB.

Pero según medios de prensa, Rousseff estaría dispuesta a mantener solo a tres, porque los otros no aportarían muchos votos para frenar su proceso de destitución.

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