Entre los métodos está la destrucción de los celulares robados, para evitar que sean reutilizados por los delincuentes.
La segunda acción pretende que se establezca el registro único del teléfono (IMEI), lo cual no solo permitirá bloquear la línea, sino inhabilitar el aparato.
“Estas acciones deberían estar encaminadas no solo a los teléfonos de línea, sino a los tarjeteros, pues no debemos seguir creando herramientas anónimas que faciliten la acción del crimen organizado”, expresó la fiscal.
La tercera medida es facilitarles a las víctimas la presentación de las denuncias por teléfono o internet.
Cada día se reporta el robo de 300 celulares, pero la Fiscalía se limita a recibir las denuncias, las cuales quedan archivadas, ya que los casos no se investigan.
Uno de los obstáculos es que las víctimas renuncian con facilidad a los procesos, debido a que lo único que buscan es la recuperación de sus aparatos.
Bandas
Hasta el momento, el MP asegura que tiene identificadas de tres a cuatro bandas que operan principalmente en la capital y que se dedican al robo de móviles.