Los números más dramáticos los presentan en la evaluación a docentes de nivel primario, donde sometidos a las mismas interrogantes que sus alumnos, no lograron contestar más del 80 por ciento de las preguntas en las mismas asignaturas.
“Cómo se puede exigir una buena educación, si los maestros ni siquiera saben lo que enseñan”, criticó María Ester Ortega, de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales, al presentar el informe.
Origen del problema
Los escasos progresos y, en algunos aspectos, retrocesos en los niveles educativos de los últimos tres años tienen su origen en la falta de textos que no se han proporcionado a los establecimientos, concluye el informe de este año.
De acuerdo con Ortega, también se demuestra una incidencia por la falta de refacción escolar, que solo se ha suministrado durante un cuatrimestre desde el 2008. Además, que este año las huelgas magisteriales interrumpieron el ciclo normal de clases y la promoción con base en promedio implica una deficiente preparación para el siguiente año escolar.
“Es una lástima que pese a tener un currículo nacional base de los mejores de América Latina, los resultados alcanzados no lo demuestran”, afirmó Samuel Fadul, quien participó en la evaluación.
Resultados
Al estudio se sometieron 18 mil estudiantes de 528 establecimientos, que respondieron las mismas pruebas que utiliza el Ministerio de Educación, según los responsables del proyecto.
Las evaluaciones demostraron que en el primer año el aprendizaje en el área rural no es distinto al sector urbano, pero ya en tercero primaria se marca una tendencia a favor del área urbana, aunque con deficiencias.
Se requiere para mejorar este panorama, dijo Ortega, que se consoliden las escuelas bilingües, se refuercen los procesos de evaluación, así como garantizar el cumplimiento del ciclo escolar y la entrega oportuna de los suministros de apoyo a docentes y alumnos de todo el país.