Agregó que es posible que en el sitio nunca hubo pirámides como las actuales, y hasta el momento desconocen el tipo de construcción que utilizaron los antepasados. “Es un engaño para el visitante, porque en realidad ni nosotros sabemos cómo fue y por ello creemos necesario hacer un trabajo profesional”, resaltó.
La experta agregó que los trabajos de la década de 1940 han sido criticados porque no solo inventaron estructuras y cambiaron la forma de los edificios, sino porque se tuvo un uso excesivo de concreto, block, varillas de metal, lo que a criterio del equipo experto que elaboró el estudio ha originado grietas, desprendimiento de fachadas, exposición de rellenos, acumulación de humedad, fracturas y hongos.
Arroyave expuso que en la actualidad hay un alto riesgo, debido a la mala calidad de los trabajos en algunas estructuras donde se observa la formación de ondas en las gradas. “Tememos que pueda haber explosiones parciales e incluso totales en las pirámides”, enfatizó.
Recordó que en el sitio hay unos 34 templos-pirámides, que se agrupan en ocho plazas, y además un juego de pelota y paredes fortaleza; un museo donde son expuestos algunos artículos encontrados en la excavación, aunque reconoció que la mayor parte de hallazgos fueron saqueados.
Según el Idaeh, se debe quitar el concreto con cincel y en los montículos con grama se debe excavar, para investigar con los nuevos métodos y tecnología y así conocer cómo fue realmente la construcción de los mames e iniciar la restauración del parque arqueológico, pero se necesita Q1 millón 767 mil 670 para ello.