Guatemala

Muertos en la frontera de EEUU con México podría batir récord

La famosa ley de inmigración que lleva unas semanas en vigor en Arizona no ha frenado el ímpetu de los que todavía pretenden el sueño americano, aunque para muchos signifique dejarse la vida en el intento. Lo demuestran las cifras de fallecidos en el desierto del estado gobernado por la conservadora Jan Brewer, que va camino de batir un récord con 170 en lo que va de año, según una publicación de elmundo.es.

Esa cifra, sorprendente para los expertos tras la entrada en vigor de la ley que permite a la policía detener a cualquier sospechoso de ser indocumentado, está acechando a la registrada en 2007, cuando las autoridades recuperaron los cadáveres de 218 inmigrantes en su intento de cruzar la frontera, todos ellos localizados en el condado de Pima.

“Parece que estamos ante una situación de récord este año”, aseguró a Los Angeles Times Eric Peters, médico forense del condado de Pima dice la publicación de El Mundo.

Asimismo, confirmó que el mes de julio fue el peor en 2010, con 59 muertos encontrados en medio del desierto. La mayoría de ellos fallecieron por el intenso calor que hace en Arizona en esta época del año, con temperaturas que superan los 40 grados centígrados.

En parte por el calor y por ser hallados en proceso de descomposición, es que muchos de ellos ingresan en los congeladores habilitados para el operativo sin identificar. El pasado 15 de julio se encontraron 7 cuerpos y solo uno pudo ser reconocido como el de Omar Luna Velázquez, un mexicano de 25 años de edad.

En ese esfuerzo colabora el consulado mexicano de la zona, que ya está acostumbrado a buscar entre los restos de los cuerpos cualquier tipo de identificación o números de teléfono para comunicarles el suceso a sus familiares en México.

La tragedia de las muertes en la frontera se ha intensificado en la última década, con miles de personas huyendo de la mala situación económica en América Latina. Ni siquiera la recesión que vive Estados Unidos ha logrado reducir el tráfico de los que intentan llegar al otro lado.

Sin embargo, en otros puntos con mayor seguridad sí se ha dado un descenso, como en Yuma, Arizona o en San Diego, California, donde la construcción de un muro fronterizo y la incorporación de más efectivos de seguridad en el perímetro han ayudado a controlar la llegada de indocumentados.