“Parece que estamos ante una situación de récord este año”, aseguró a Los Angeles Times Eric Peters, médico forense del condado de Pima dice la publicación de El Mundo.
Asimismo, confirmó que el mes de julio fue el peor en 2010, con 59 muertos encontrados en medio del desierto. La mayoría de ellos fallecieron por el intenso calor que hace en Arizona en esta época del año, con temperaturas que superan los 40 grados centígrados.
En parte por el calor y por ser hallados en proceso de descomposición, es que muchos de ellos ingresan en los congeladores habilitados para el operativo sin identificar. El pasado 15 de julio se encontraron 7 cuerpos y solo uno pudo ser reconocido como el de Omar Luna Velázquez, un mexicano de 25 años de edad.
En ese esfuerzo colabora el consulado mexicano de la zona, que ya está acostumbrado a buscar entre los restos de los cuerpos cualquier tipo de identificación o números de teléfono para comunicarles el suceso a sus familiares en México.
La tragedia de las muertes en la frontera se ha intensificado en la última década, con miles de personas huyendo de la mala situación económica en América Latina. Ni siquiera la recesión que vive Estados Unidos ha logrado reducir el tráfico de los que intentan llegar al otro lado.
Sin embargo, en otros puntos con mayor seguridad sí se ha dado un descenso, como en Yuma, Arizona o en San Diego, California, donde la construcción de un muro fronterizo y la incorporación de más efectivos de seguridad en el perímetro han ayudado a controlar la llegada de indocumentados.