Colom se lamentó que a 67 años de la Revolución y 15 de la firma de la Paz pocas cosas han cambiado porque Guatemala aún arrastra flagelos como la injusticia social, la pobreza y la marginación.
Aún cuando Guatemala rinda homenaje a Arbenz, que gobernó con apoyo popular entre 1951 y 1954 hasta que fue derrocado por un movimiento apadrinado por el gobierno de Estados Unidos, “no hay nada que pueda resarcir” el daño causado, expresó Colom. La ruta al Atlántico llevará el nombre del gobernante, su vida y obra será incluida en el pénsum de estudio nacional, habrá sellos conmemorativos y se editará la biografía de Arbenz, conocido en antaño como “el soldado del pueblo”.
El gobernante aprovechó la ocasión para alabar sus avances como el millón de niños en las escuelas y la gratuidad en educación y salud, que pueden ser factores para golpear a los gobiernos como ocurrió con el suyo.
También se refirió a la independencia que garantizó al sistema de justicia y no protegió a ningún militar sindicado de violaciones a derechos humanos que ahora están procesados ni a evasores de impuestos ni narcotraficantes.