Una decisión para Guatemala

TODD D. ROBINSON

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Como servidores públicos, estas personas serán electas para servirle a usted —el ciudadano, el votante—. La mayoría de políticos entiende este principio básico, pero muchos no.

Otros pareciera que olvidan este compromiso fundamental tan pronto quedan electos. Hemos visto los efectos dañinos que tiene la corrupción en ciudades, pueblos y países en todo el mundo. ¿Y quién paga el precio de este desastre? Usted.

La corrupción daña a las comunidades de muchas maneras, pero, según mi experiencia, en Guatemala destacan dos. Primero: la corrupción agota los recursos. Los fondos asignados para mantener la infraestructura que sirve a los más vulnerables de nuestras comunidades son robados para el enriquecimiento personal.

Segundo: la corrupción socava la fe en las instituciones de gobierno, sean estas ejecutivas, legislativas y judiciales, y que forman los cimientos de la democracia. Debido a la corrupción, los ciudadanos se quedan sin los servicios indispensables y las escuelas y hospitales carecen de suministros vitales. Muchas veces las víctimas del crimen se quedan desamparadas y sin justicia.
La corrupción nos alcanza a todos.

No hay una división clara entre gente, comunidades y países que son corruptos y los que no lo son. Aunque siempre exista alguien tratando de beneficiarse a costa de otros, la corrupción se puede combatir siendo vigilantes, valientes y tomando una acción continua.

Este año electoral es una oportunidad única para que los ciudadanos llamen la atención de sus candidatos hacia los asuntos que enfrentan diariamente. Los ciudadanos guatemaltecos tienen la responsabilidad de formularse preguntas difíciles para decidir su voto: ¿tiene su candidato predilecto una estrategia a largo plazo para enfrentar los múltiples y serios desafíos de Guatemala? ¿Está su candidato preferido enfrentando los temas complejos o los está evadiendo? ¿Es el financiamiento de su campaña transparente o se mantiene en la clandestinidad? Los asuntos que para usted son los más importantes, ¿lo son también para los candidatos?

Los funcionarios nuevos elaborarán el próximo presupuesto, redactarán nuevas leyes y estarán ocupados en las cuestiones de gobierno. ¿También lucharán ellos contra la corrupción o solo se quejarán? ¿Trabajarán para asegurar licitaciones gubernamentales justas? ¿Responderán al clamor de justicia de las víctimas del crimen? Las respuestas dependen de las decisiones que usted —como votante— tome este año. El sistema democrático de Guatemala le otorga a cada ciudadano voz y voto; los insto a usar ambos.

Sea que usted combata la corrupción desde un puesto oficial o con las decisiones que toma como ciudadano y votante guatemalteco, yo le felicito.

No es fácil involucrarse en esta batalla, pero realizarlo es fundamental para el futuro de este maravilloso país, que requiere de su participación activa. Si usted ve algo, expréselo.

Quiero que sepa que Estados Unidos es su aliado en la lucha contra la corrupción. Como dijo el presidente Barack Obama: “Tenemos la responsabilidad de apoyar a quienes actúan responsablemente y de aislar a quienes no lo hacen, y eso es exactamente lo que hará Estados Unidos”.

*Embajador de Estados Unidos.

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