¿Y la oposición?

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Serrano, con su autogolpe, salió para El Salvador y Panamá y ni amerita más tinta. De León Carpio presidió sin partido y el Congreso jamás entendió el significado de jugar un papel transicional; además se llevó a cabo un proceso de depuración que significó una reforma constitucional, con errores monstruosos a la fecha. Arzú tuvo como oposición al FRG, pero como tenía mayoría legislativa, sorteó varios entuertos, pero la oposición no jugó su papel en los procesos de privatización y consolidación de la paz. Portillo tuvo como oposición al PAN y también a quienes luego se transformaron en la Gana.

Como gobernó con mayoría legislativa pudo enfrentar, en mejores términos, varias de sus prioridades, pero los escándalos de abuso y corrupción se arreglaron en cortes y no en el hemiciclo. Basta recordar que hasta se “intervino” el IGSS. Berger enfrentó duras batallas legislativas con la UNE y fue casi imposible la convivencia. Colom sufrió con el Patriota lo indecible; de hecho, hasta un ministro dejó su puesto por orden de la Corte de Constitucionalidad, al caer en desobediencia, y ahora llegamos al gobierno del Partido Patriota, cuyos dirigentes, cada cierto tiempo, son denunciados penalmente por Líder —ya es práctica consuetudinaria—.

¿Qué papel juega la oposición en la democracia guatemalteca? Hoy, lo que hace Líder fue lo mismo que en su época hicieron los patriotas, y si nos vamos para atrás veremos que la UNE sufrió lo que hicieron otros y así la cadenita. Las malas prácticas se repiten y se carece de sentido para hacer oposición.

Dos años de gobierno pasaron y los análisis del Gobierno y su informe han sido de la prensa, de universidades y de centros de estudio. ¿Qué propuesta existe de Líder en el tema minero o de educación pública?, ¿qué piensa la UNE del juicio de genocidio, o sobre la constante violación de los derechos laborales por parte del Estado?, ¿qué propone Creo en torno a la rehabilitación de la red vial, o del aparatoso estado de la salud pública?, ¿cómo enfrentará Todos que el 25% de los partos de este país sea de niñas? Y esto solo por mencionar algunos puntos, porque no tenemos ni idea de qué harán con seguridad, justicia y corrupción. ¿Cómo nos garantizarán resultados?

Los partidos políticos callan sobre temas trascendentales, buscan titulares y cobertura mediática, judicializan sus pleitos y lo que han logrado una patología nefasta para la democracia: el cada vez más significativo gobierno de los jueces, pero sobre todo mucha desesperanza ciudadana y esto, sin ser experto, genera también violencia.

ESCRITO POR:

Alejandro Balsells Conde

Abogado y notario, egresado de la Universidad Rafael Landívar y catedrático de Derecho Constitucional en dicha casa de estudios. Ha sido consultor de entidades nacionales e internacionales, y ejerce el derecho.