“Lo venimos a dejar lejos de nuestra comunidad para que entienda que ya no lo queremos cerca de nosotros o de nuestros hijos”, dijo uno de los pobladores que escoltaron a Solís hasta el parque.
Juan Zapeta López, alcalde indígena de la cabecera, informó que los vecinos acusaron a Solís de robar un teléfono celular, pero no se lo encontraron. “Los antecedentes delincuenciales motivaron a la población, pues este ha estado en prisión por extorsión”.
Consideró que si Solís no respeta la voluntad de los vecinos de la zona 4, su vida estará en riesgo.
Solís expuso que él no robó el teléfono y que los vecinos lo acusaron por su conducta anterior.