Tecnología

Llega la tercera guerra virtual

El mundo virtual se ha convertido en el campo de batalla para Facebook y Google, dos compañías que se enfrentan por conseguir la mayor cantidad de información de los internautas y procurar que estos pasen más tiempo conectados, para poder vender eso como un botín de datos.

En los últimos cinco mil años, la humanidad ha estado envuelta en escenarios bélicos constantes en los que se ha luchado por territorio, recursos naturales, intereses económicos o para defender creencias políticas y religiosas. Sin embargo, el campo de batalla ha estado en la última década en el mundo virtual.

La primera guerra surgió a partir de sistemas operativos: Windows, Mac o los de código libre. Después sobrevino otra batalla entre los buscadores de información —Alta Vista, Yahoo!, Google, Bing—, pero ahora el territorio por conquistar es el de las redes sociales, por lo cual emporios como Google y Facebook no han escatimado recursos tecnológicos para aumentar sus ganancias a costa de los usuarios. La más reciente arma estrenada es la red social Google Plus, que intenta desbancar la hegemonía del popular Facebook.

INFORMACIÓN ES PODER

En la batalla tecnológica, empresas como Microsoft, Apple, Facebook y Google luchan por conseguir el mayor trozo de un pastel suculento: la mayor cantidad de información posible sobre hábitos, características, preferencias, temas de conversación de sus usuarios a través de sus registros de navegación, búsquedas en línea y diálogos en redes sociales, asegura Sergio Molina, asesor en manejo de redes sociales de la empresa Mashups.

“Las personas ahora abren por completo sus vidas en las redes sociales y la comparten con otros usuarios”, expone José Benítez, experto y desarrollador de estrategias de marca on line y redes sociales, de la empresa Future Media Tech.

Las grandes compañías se vuelven más inteligentes para segmentar su base de datos y así detectar el comportamiento de las personas, dice Carlos Enrique Mata, experto en desarrollo de tecnología, de la empresa DNA.

“El gran tesoro en la era tecnológica no son los anuncios o la infraestructura de las redes; lo que estos gigantes del internet quieren obtener es la información de nuestros hábitos y costumbres”, apunta el mexicano José Luis Zapata, ingeniero en electrónica y editor en jefe de IdentidadGeek.com.

Benítez asevera que Facebook —que cuenta con una base de datos de 750 millones de personas en el mundo— ha evolucionado hasta el punto de contar con el servicio de locación, por medio del cual saben dónde, cómo y con quién está la persona, a través de su terminal de celular.

Con esta información ofrecen publicidad, pagada, de acuerdo con sus intereses, cada vez que esté conectado. Edad, género, estado civil y aficiones son datos por los cuales cobran y con los que apuntan a un objetivo.

La efectividad —cantidad de clics o entradas realizadas por el internauta— de los anuncios en Facebook aumentó 22 por ciento en los últimos tres meses, luego de que lanzara una nueva aplicación, asevera Benítez.

A Google, prosigue Benítez, lo tiene muy preocupado esta maniobra de mercadeo, porque “es el amo y señor de la publicidad contextual, la cual aplica en su buscador”. Por ejemplo “cuando busco un viaje a Nueva York, Google se encarga de identificar esta combinación de palabras en el search e instantáneamente coloca en la página desplegada publicidad acerca de viajes a Nueva York”.

Es así como este gigante tiene el objetivo de darle constantes fuertes dolores de cabeza a Mark Zuckerberg —el creador de Facebook—, ya que ahora planea una estrategia casi mortal: “Google plus es un proyecto de integración de todas las propiedades que va más allá de ser una red social, ya que no tienes que salir de una plataforma para compartir y obtener información. En esa página tienes Gmail, YouTube, Picasa, agenda, calendario, creador de textos y más”, expone Ana Paula Blanco, jefa de comunicación para Google en el norte de Latinoamérica.

Sin embargo, la confrontación no termina ahí. Según Benítez, hay rumores muy fuertes de que Facebook contraatacará cuando saque su sistema de anuncios fuera de su red social. “Aunque yo cierre Facebook, una ventana seguirá activa. Si navego en diferentes sitios, Facebook va a colocar publicidad en las páginas a las que acceda”, explica Benítez.

VICTORIAS Y CAÍDAS

En octubre del 2006, Google adquirió por US$1 mil 650 millones la página de videos YouTube, el segundo motor de búsqueda más grande del mundo, pero Facebook no se queda atrás. Microsoft, inversor de esa red social, compró en mayo último Skype por US$8 mil 500 millones.

En el 2010, Google tuvo la mala idea de lanzar Buzz, una red social para intercambiar pensamientos cortos, fotografías y vínculos. Sin embargo, Twitter —el portal líder de mensajes breves— no sufrió ningún daño, ya que los internautas siguieron fieles a este.

En todo caso, en el campo de batalla no hay víctimas, sino más bien ejércitos de consumidores que con sus interacciones generan millones de dólares en ganancias para quienes les “prestan” el servicio.

EL ORIGEN
Empresas enfrentadas
Microsoft y Apple son  empresas pioneras en la historia de la computación. La primera, gracias a diversas alianzas estratégicas, es famosa por la fabricación de
software como Windows y Office.  La segunda, además de ofrecer una combinación de hardware y software, se vende como una marca a la moda, afirma el ingeniero en electrónica José Luis Zapata. Afirma que en esta lucha también está Linux, un sistema operativo que promueve los programas de compu-
tación gratuitos.

ANONYMOUS
Piratas de la información
El experto en tecnología  en línea José Benítez refiere que la organización Anonymous forma parte del llamado hacking social, mediante el cual protesta contra el secretismo, la acumulación de datos personales por grandes empresas y la vulnerabilidad de la privacidad. Los ataques de este grupo de hackers de la web ha  afectado a empresas como Sony, Visa, Mastercard e instituciones  de varios gobiernos en el mundo.

ESCRITO POR:

Brenda Martínez

Periodista de Prensa Libre especializada en historia y antropología con 16 años de experiencia. Reconocida con el premio a Mejor Reportaje del Año de Prensa Libre en tres ocasiones.