Según expertos el mercado de smartphones ha crecido de forma espectacular en los últimos años y cada vez es más difícil innovar. Empresas como Apple o Samsung invierten para añadir características a sus terminales que hagan que su oferta sea más atractiva. Ese intento de evolución lo comparten el resto de fabricantes, aunque algunos parece decididos a innovar en el sistema de comercialización.

Es el caso de Motorola, compañía propiedad de Google, varios rumores y una enigmática frase de Guy Kawasaki, recientemente fichado como asesor de Motorola, apuntan a que la compañía trabaja en una gama de smartphones pensada para que cada usuario configure sus características. El objetivo es poner a disposición de los usuarios un listado de componentes para que cada uno elija las especificaciones de su teléfono, consiguiendo un smartphone a la carta.

El portal especializado Cnet se ha hecho eco de dichos rumores, que han tomado fuerza después de la filtración del denominado Motorola X-Phone, un terminal desconocido hasta el momento. Además, Guy Kawasaki ha compartido en Google+ un enlace sobre un coche totalmente personalizable ha preguntado a los usuarios si no sería increíble poder hacer lo mismo con su teléfono. Los rumores y el comentario del especialista han motivado las especulaciones.

La idea de Motorola no es totalmente nueva. La empresa alemana Synapse-Phones ya ha ofrecido un servicio similar, en el que los usuarios pueden adquirir teléfonos con las configuraciones elegidas. Sin embargo, Motorola sería la primera de las grandes fabricantes en apostar por algo así, por lo que podría tener una repercusión más importante. Teniendo en cuenta que es parte de Google, el modelo de Motorola podría triunfar y animar a los usuarios a configurar sus propios teléfonos antes de pedirlos.

Por el momento habrá que esperar para conocer si finalmente Motorola opta por este nuevo modelo de creación y distribución de terminales. El evento Google I/O podría ser el marco en el que la compañía despeje las dudas sobre esta nueva posibilidad.

Con información de elEconomista.es