PLUMA INVITADA

¡Vamos humanistas!

César Augusto Sagastume

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El Colegio de Humanidades apuesta a la inmersión de la excelencia para la nueva Guatemala. En abril se inició un ciclo de capacitación para los miles de colegiados humanistas que nos dimos cita a la primera sesión, efectuada simultáneamente en la capital y en las distintas sedes departamentales para participar en este tipo de actividades académicas que constituyen la razón de ser del Colegio, en este caso dar a los humanistas una motivación para seguir con los principios filosóficos de servir y transcender.

Estos principios de servir y trascender los complementa el escritor Corominas, de origen español, con el hacer para ganar y sobrevivir, en lo que a los humanistas no nos va muy bien, pero nos da satisfacciones cuando lo hacemos con entusiasmo y agrado.

Hoy, más que nunca, tenemos el compromiso de formar una nueva generación que le apueste a la excelencia, es la oportunidad de cambiar el paradigma de la conformidad, el paternalismo, la pasividad, el hacer las tareas ordinarias y sin poner el esfuerzo extra que se necesita para el cambio que demanda la sociedad; es hora de agregarles el prefijo extra para hacerlas extraordinariamente bien, para hacer que Guatemala cambie.

La inmersión a la excelencia fue el tema que disertó el Lic. Raúl Calderón Tello, conferencia motivadora que dejó el reto de cambiar ese paradigma pasivo y conformista a que han alienado a las últimas generaciones de humanistas. Esta primera invitación ha motivado a una cantidad significativa de colegiados, que se han integrado a la generación de la década de 1970, que aún mantenemos viva la llama de hacer extraordinariamente bien nuestra tarea.

Desde luego que se necesita constantemente renovar los votos del humanismo y la responsabilidad de formar ciudadanos excelentes que sirvan y trasciendan, lo que se convirtió en el resultado final de ser renovados y convencidos de que tenemos la responsabilidad de transmitir una visión de futuro coherente y convincente para formar con excelencia a las generaciones que enderezarán los caminos torcidos en que se encuentra Guatemala.

Debemos iniciar con fundamentar una visión de la vida, porque de ahí parte el principio de que esta no se improvisa, se planifica cuando se va en busca de la excelencia para hacer de cada actividad ordinaria una experiencia extraordinaria, es retarse todos los días a encontrar la dimensión extraordinaria de lo ordinario y alejarse del síndrome de “hacer estrictamente lo necesario”; en cada acción dar más para perfeccionar el trabajo que nos corresponde hacer.

La disertación nos invitó a dar mucho más de lo que ordinariamente hacemos, a ser creativos, innovadores, perseverantes, apasionados y proactivos.

¡Vamos humanistas! El Colegio de Humanidades apuesta a la inmersión de la excelencia para contribuir con la nueva Guatemala que anhelamos.

checharin.sagas@yahoo.com

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