Contrario a la vida de rectitud que el ídolo mexicano intentó llevar, sus hijos no siguieron el buen ejemplo y le causaron muchos dolores de cabeza. Joan, por ejemplo, fue encarcelado en Estados Unidos por manejar en estado de ebriedad y su padre decidió dejarlo tras las rejas para que aprendiera la lección, además lo eliminó de su testamento.
Jean y Jans también enfrentaron problemas con la justicia, lo que decepcionó al artista, al punto que también los excluyó de su herencia.
Iván es el hijo mayor de El Divo de Juárez y el único que ha llevado una vida correcta. Es administrador de empresas y fue parte del equipo profesional que siempre acompañó al artista en sus conciertos y giras.
En el 2013, Juan Gabriel designó como albacea de todos sus bienes a Iván y lo hizo responsable de velar por los derechos de autor de sus más de 1 mil 800 canciones, muchas de las cuales fueron traducidas al inglés, japonés, alemán y francés, para ser interpretadas por cantantes de diversas partes del planeta.
El artista también arregló que Simona Hacman, esposa de Iván y diez años mayor que él, no pudiera arrebatarle su fortuna al momento de un divorcio.
Hasta el momento no ha trascendido si la estrella de la música mexicana realizó algún cambió en su testamento y si su patrimonio será repartido o no entre sus cuatro hijos.
