Guatemala

Especies gigantes en el Museo de Estanzuela, Zacapa

Como testigo fiel de la existencia de gigantescas especies que habitaron Guatemala hace más de 30 mil años y que se extinguieron hace unos 10 mil, el Museo de Paleontología y Arqueología Ingeniero Roberto Woolfolk Saravia, de Estanzuela, Zacapa, resguarda restos fosilizados que revelan increíbles historias de un pasado que al hombre moderno le resulta difícil creer.

Esqueletos de un gigantesco mastodonte, de un manatí y de una ballena.

Esqueletos de un gigantesco mastodonte, de un manatí y de una ballena.

El museo es visitado por estudiantes y turistas de todas partes del mundo, por el interés de conocer la existencia de enormes mastodontes, perezosos, armadillos, dinosaurios y objetos de colección de la cultura maya que aportan datos importantes para el aprendizaje.

Iris Mata, administradora del lugar, informó que este es el principal atractivo turístico de Estanzuela, ya que a diario lo visitan más de cien personas, muchas de estas, estudiantes.

“Contamos con guías de turismo para que expliquen a los visitantes la historia del museo; tiendas de artesanías, parqueo y restaurantes. La idea es contar con lo necesario para que los visitantes adquieran conocimientos históricos y que los vecinos gocen de estos beneficios”, agregó.

Mata afirmó que existen paneles informativos que detallan las diferentes eras geológicas, la formación de fósiles y la vida marina, y que es un museo transformado para temas educativos, paleontológicos y arqueológicos que genera conocimientos extraordinarios.

Agregó que es el único museo de paleontología que existe en Guatemala, y que reúne fósiles de animales que poblaron el territorio hace más de 30 mil años, cuyos restos fueron encontrados en El Progreso, la capital e Izabal.

Prestan seguridad

Mata informó que el museo fue fundado por el paleontólogo Roberto Woolfolk Saravia, el 27 de junio de 1974.

“Los hallazgos revelan que parte de una población de mamíferos perteneciente a la era terciaria habitó Centroamérica y han permitido que muchas personas conozcan sobre la existencia de gigantescas criaturas”, comentó.

La administradora del museo relató que este se encuentra en un terreno seguro, porque existe un acuerdo con las fuerzas de seguridad para que patrullen constantemente el área, y los vecinos están comprometidos a denunciar cualquier hecho delictivo.

Sara Castellanos, quien llegó al lugar desde Petén, dijo: “No me imaginé que hayan existido esos enormes animales. Si no viera los esqueletos no lo creería. No sé por qué nos tardamos tanto en venir, si todos los años viajamos a Esquipulas para participar en la bendición de principio de año”.

El profesor Gustavo Melgar, de Jalapa, indicó que en junio próximo visitará el lugar con estudiantes del último año de primaria, a fin de que conozcan los restos de los animales prehistóricos.

Agregó que Guatemala es bendita y que vale la pena conocerla, porque sus verdes valles e interesante historia hacen único al país. “Nosotros, los padres, estamos obligados a mostrarles a nuestros hijos toda la riqueza natural, paleontológica y cultural que poseemos, para que la puedan explotar turísticamente”, enfatizó Melgar.

Restos de noble maya

El único museo de paleontología de Guatemala, ubicado en el km 142 de la carretera CA-10, en Estanzuela, Zacapa, fue fundado el 27 de junio de 1974, por el investigador paleontólogo Roberto Woolfolk Saravia.

El visitante puede apreciar los fósiles de un mastodonte, un perezoso y un armadillo, la coraza formada por mosaicos poligonales óseos, la osamenta de una ballena que fue descubierta en Izabal,  y la réplica de la tumba  de un noble maya, cuya cripta original se encuentra en Guaytán, San Agustín Acasaguastlán, El Progreso.

Dato

10 mil años aproximadamente hace que desaparecieron  las criaturas  gigantes.

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