Pero, su camiseta con el N.4 tiene un lugar de privilegio junto a la de Lionel Messi en los escaparates de las tiendas del PSG.
Ahí reside la paradoja de sus primeros meses en París: aunque su popularidad sigue intacta, su aporte deportivo deja mucho que desear.
El PSG esperaba que pudiera debutar a principios de septiembre, pero unos problemas persistentes en el gemelo izquierdo, y una recaída, aplazaron su vuelta a la competición.
“Esperamos que esté de vuelta lo antes posible, pero por el momento no podemos decir cuándo”, dijo a principios de octubre el técnico Mauricio Pochettino.
Sin llamada de la Roja
Antes del partido contra Angers, sigue entrenándose aparte, esperando su integración a las sesiones colectivas.
“Sergio Ramos va a continuar los entrenamientos individualizados bajo control del equipo médico durante diez días más, con el objetivo de su regreso al entrenamiento colectivo”, comunicó este jueves el club, confirmando la ausencia del defensa para el ‘Clásico’ en Marsella, el 24 de octubre.
Las afirmaciones tranquilizadoras del jugador a principios de julio – “He recargado las pilas a nivel físico y mental. Me siento muy bien” – se van desvaneciendo frente a las dudas que lo rodean.
A sus 35 años, el internacional de los 22 trofeos con el Real Madrid y cerca de 900 partidos como profesional desde sus comienzos en 2004 atraviesa una caída de actividad inédita para él: en 2021, sólo ha jugado siete partidos.
“A su edad y con su carrera, se entiende que su cuerpo pueda estar cansado”, explica a AFP el preparador físico, Xavier Frezza.
La última aparición del andaluz se remonta al 5 de mayo de 2021 en la vuelta de semifinales de la Champions perdida contra el Chelsea en Londres (2-0), que eliminó al club merengue.
El contexto ya era difícil para Ramos con repetidas lesiones (muslo, gemelo, isquios), el Covid-19 (contraído en abril), y el fracaso de las negociaciones para prorrogar su contrato en el Real Madrid, su casa durante 16 años.
Suficiente para alimentar la tesis del declive de un jugador que el seleccionador español Luis Enrique no convocó para la Eurocopa pasada, a pesar de que Ramos ha participado en todas las campañas de la Roja desde el Mundial de 2006.
“Quizá la realidad de Sergio Ramos es otra que la de 2014, o la de Messi y Neymar“, admitió Pochettino en una reciente entrevista con la plataforma Movistar+.
“No tengo dudas de que va a poder encontrar otra vez su mejor nivel y está claro que para todo jugador, en este caso Sergio, no es una situación agradable, después de tanto tiempo de no poder estar entrenando con sus compañeros”, afirmó este jueves el técnico argentino.
“Pero es fuerte mentalmente. Está llevándolo de la mejor manera y lógicamente todo el cuerpo médico y todo el club está ayudándolo para que siga ahí alto, con esa motivación que tiene para poder superar este problema”, añadió Pochettino.
La prolongada ausencia del andaluz ha privado al técnico de un seguro en su defensa central, donde Marquinhos y Presnel Kimpembe encadenan partidos sin descansar.
Experiencia
‘Poche’ también ha perdido tiempo en la búsqueda del mejor equilibrio táctico para hacer jugar a la “MNM”, el tridente ofensivo formado por Messi, Neymar y Kylian Mbappé. Con Ramos, el PSG podría considerar jugar con tres atrás.
El pasado verano, Eric Rabesandratana, antiguo defensor del PSG, afirmaba esperar mucho de la llegada de Ramos: “Su experiencia, su forma de ser en el campo hará más grande a los otros. No ha ganado tantos títulos por casualidad”, añadió el ahora colaborador de Radio France Bleu Paris.
Aunque Ramos vuelva a entrenar con el equipo, habrá que esperar para verlo en plena forma, advierte Xavier Frezza: “Para tener un ritmo coherente, hace falta un mínimo de tres semanas. Un mes o mes y medio para estar al 100%”.
Además, “las lesiones en el gemelo siempre son delicadas. Suele haber recaídas. Es un músculo exigido por los saltos, las aceleraciones…”, explica.
El tiempo corre para Ramos, a un año del Mundial de Qatar 2022, pero el jugador tal vez reserve una última sorpresa, él que construyó su leyenda con goles en el tiempo añadido.