Salud y Familia

Peleas entre familiares: Cómo enfrentarlas y qué podemos aprender de ellas

Aunque las peleas entre familiares suelen ser incomodas, los involucrados en ellas tienen la posibilidad de aprender para mejorar la vinculación.  

Peleas entre familiares: Cómo asumirlas y qué podemos aprender de ellas

Los conflictos entre miembros de una misma familia pueden ocurrir desde la falta de comunicación. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Las fricciones y peleas entre personas de un mismo núcleo familiar pueden ser más comunes de lo que pensamos. Más allá de los lazos afectivos y la confianza que surge del tiempo compartido, se trata de varias personas que conviven frecuentemente, pero desde pensamientos e ideas distintas.

De acuerdo con la psicóloga clínica Manuela Méndez, es común que dos miembros o más dentro de ese círculo familiar lleguen a encontrarse en un conflicto dadas varias molestias.

Existe una diversidad de problemáticas que podrían llevar desde encuentros leves a otros más graves. Algunas de estas situaciones podrían deberse a problemas de comunicación, diferencia de pensamientos ante una misma situación o bien, por crisis individuales, apunta la psicóloga Méndez.

Aunque se trate de situaciones comunes, no hay duda en que estas pueden generar incomodidad entre las partes involucradas además de otros familiares en el mismo circulo que además hayan espectado la pelea.

“Las personas alrededor pueden incomodarse porque el sistema familiar se ve afectado desde un punto de vista en el que se altera la comunicación, la convivencia y las relaciones”, señala Manuela.

La también psicóloga clínica Mireya de Arroyave recuerda que los conflictos siempre generarán sensaciones desagradables puesto que la mente los asocia con hechos negativos como la violencia.

¿Tomar partido?

En muchas ocasiones puede suceder que allegados o terceros en la familia tomen partido por una de las partes en conflicto. Esto no siempre se trata de una cuestión de lealtad o cariño, como se creería.

“Los seres humanos solemos tomar partido por alguna de las partes aún sin evaluar qué fue lo que sucedió”, apunta De Arroyave quien además sostiene que juzgar a una de las partes en el conflicto desde afuera no es la mejor decisión.

“Tomar partido solo incrementa la problemática porque se siente que una de las partes no ha sido justa”, explica.

Manuela Méndez sostiene que la mayoría de las peleas familiares tienen una connotación emocional en los involucrados y en los miembros de la familia cercanos dado que existe una vinculación afectiva.

Peleas entre familiares: Cómo enfrentarlas y qué podemos aprender de ellas
Es común que las personas puedan tomar partido ante una parte en conflicto, pero esto no siempre es racional. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Por ello, ante una pelea, sugiere a los allegados preguntarse ¿El problema me involucra a mí?, ¿Puedo cambiar la situación? o ¿Deseo que este problema me afecte?

“Responder esas preguntas desde la introspección puede ayudar a que se aclare el pensamiento y se establezca un límite entre ser empático con la situación y tomar de manera personal un problema que no atraviesa a las otras partes”, infiere la psicóloga.

Méndez agrega que según la gravedad de la pelea y el nivel de profundidad que tenga, los familiares también podrían orientar a que exista una resolución del modo más pacífico y positivo.

Cabe destacar que la responsabilidad inicial por resolver el conflicto es de las personas que están involucradas en él. Si los hechos llegan a escalar y no se trata de una pelea pasajera, otros miembros podrían intervenir.

Buscar una solución

“Deberíamos ver las peleas como oportunidades y momentos de mejora en nuestro entendimiento para fortalecer vínculos”, explica Mireya De Arroyave.

A decir de la psicóloga los conflictos no pueden evitarse, pero muchos de ellos resultan ser necesarios.

Las lecciones aprendidas ante la situación, agrega Manuela Méndez, pueden ser tanto individuales como grupales “dependiendo del punto de vista que tome cada uno”.

En general, estos conflictos pueden inducir al reconocimiento de deferentes puntos de vista, así como a tratar de mantener una convivencia basada en la comunicación constante.

Peleas entre familiares: Cómo enfrentarlas y qué podemos aprender de ellas
La comunicación asertiva, el respeto por los distintos puntos de vista y la voluntad pueden propiciar la solución de conflictos. (Foto Prensa Libre: Shutterstock)

Esto puede lograrse desde la conciliación de los problemas. La ruta para lograrlo debe contemplar la escucha activa, la aceptación de distintas formas de pensar, y, sobre todo, la voluntad por querer resolver y trabajar desde los problemas.

Mireya De Arroyave sugiere algunas pautas para la resolución de conflictos:

  • Hablar y escuchar para reconocer qué le molesta a cada una de las partes acerca de la situación que detonó la pelea. Es importante que cada una responda desde su punto de vista y sin juzgar o acusar.
  • Se debe ayudar a encontrar puntos comunes para diferenciar qué es lo que piensa cada persona.
  • Establecer una resolución de conflicto y proponer qué podría hacer cada parte.

Entre las acciones que pueden ayudar a manejar conflictos familiares se encuentran las siguientes recomendadas por Manuela Méndez:

  • Ser conscientes que no todas las personas tienen el mismo punto de vista. Se debe validar con respeto lo que cada una diga.
  • Aplazar la discusión para cuando ambas partes estén más tranquilas.
  • Buscar un lugar adecuado para discutir y controlar los impulsos de realizarlo en cualquier espacio.
  • Buscar alternativas para solucionar los problemas por medio de la negociación para que ambas partes puedan aportar.
  • Si ambas partes están de acuerdo, permitir la intervención de un tercero para mediar la pelea y disminuir las posibilidades de incrementar las emociones negativas.
  • Hay que recordar que dentro de la familia existe un vínculo afectivo. Por lo tanto, se debe procurar la expresión sin dañar emocionalmente a la otra persona.

ESCRITO POR:

Alejandro Ortiz

Periodista de Prensa Libre especializado en temas sobre cultura y bienestar, con 5 años de experiencia.