En medio de los lanzamientos de las figuras de papel, una de las piezas despertó más gritos de lo normal cuando cogió vuelo directo al campo y, como si de un proyectil se tratara, fue a parar al hombro del jugador peruano Hansell Riojas.
El hecho despertó la celebración de la tribuna como si su equipo hubiese marcado un gol.