La firma Pink Magnolia presentó una propuesta en la que logró un balance entre estampados florales y tonos neutros; Pineda Covalín empapó de geometría su eterna inspiración mexicana y Adolfo Domínguez demostró que el lino puede ser la fibra más elegante.
El diseñador español, maestro de la moda casual, Adolfo Domínguez, comprobó que en la moda lo más clásico nunca pasa de moda. Ofreció una colección inspirada en divas y astros como Lauren Hutton, Alain Delon y Steve McQueen y a partir de ello creó prendas ideales para un safari africano, con siluetas inspiradas en los 70 y revestidos de prendas básicas, clásicas y atemporales en tonos neutros como blanco, arena, kahki, verde y sutiles azul.
Colores vibrantes también sobresalieron en la pasarela, que fue dominada por la sencillez y ligereza de las telas vaporosas y brillantes. Tal como lo mostraron los diseños de los mexicanos Alejandro Carlin y Alejandra Quesada.
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En el caso de Carlín, en su muestra se destacaron los colores vivos como el amarillo, el naranja, el blanco, con telas como la seda. Quesada presentó colores rojos, rosas y estampados degradados en su nueva colección.