Este arrendamiento simbólico le permite al ICE darle mantenimiento a los sistemas, algo que no podrían cubrir los beneficiarios, que están por debajo del nivel de pobreza, explicó la institución.
En total, se han cubierto 2,977 residencias, 355 escuelas y 149 albergues de áreas protegidas.
El ICE ha invertido 7,4 millones de dólares, la mayor parte con financiación del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) , además del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo y de los Países Bajos.
El coordinador del rea de Conservación de Energía del ICE, Bernal Muñoz, dijo que “este servicio es meramente social; lo que busca es mejorar la calidad de vida de los beneficiarios y de la población en general” .
En Isla Calero, fronteriza con Nicaragua, por ejemplo, estos sistemas permiten suministrar energía a las cámaras de vigilancia del Ministerio de Seguridad.
Muñoz recordó que en el Plan Nacional de Desarrollo 2015-2018 el Gobierno fijó como meta aumentar esta cobertura a 1,000 beneficiarios más, lo que permitiría una instalación total de 4,840 paneles.
La selección está a cargo del director regional del ICE, y se consideran aspectos técnicos, como la posibilidad de funcionamiento futuro de una red eléctrica, o personales, como en el caso de adultos mayores, personas dependientes de oxígeno o niños.
“Es impresionante la felicidad de la gente cuando se instalan los paneles, pese a que la energía es poca, y apenas da para cuatro luminarias, un televisor y un radio y ahora, cada vez más, cargar un celular” , comentó.
En muchas escuelas de esas comunidades se han instalado módulos fotovoltaicos para poder colocar antenas V-sat, que les permiten a los niños el acceso a internet.