Además, a largo plazo, los niños con experiencias prelectoras antes de la escuela tienen mayores posibilidades de ser exitosos en sus estudios.
Es tal la importancia de la prelectura, que muchas entidades científicas relacionadas con la pediatría han incluido la actividad de la lectura en voz alta a los menores como un elemento más en las citas de control del niño sano.
Con los cuentos y con los libros de imágenes se introduce al niño al lenguaje del relato.
Cuando leerles en voz alta es parte de la vida cotidiana o cuando se les cuentan o leen historias cada noche, los niños tendrán el doble de posibilidades de convertirse en grandes lectores.